Se cree que una niña que nació en Singapur con el peso de una manzana es el bebé más ligero del mundo que ha sobrevivido a un parto prematuro y le dieron de alta con buena salud. Por fin se fue a casa con sus agradecidos padres después de luchar por su vida durante 13 meses en el hospital.
Kwek Yu Xuan nació con 24 semanas y 6 días de gestación en el Hospital Universitario Nacional (NUH) de Singapur. Al nacer, pesó apenas 212 gramos, lo que la hace la bebé más pequeña en sobrevivir según el Registro de Bebés más Pequeños gestionado por la Universidad de Iowa.
«En mis 22 años como enfermera, no había visto a un recién nacido tan pequeño», declaró a The Straits Times la enfermera clínica Zhang Suhe, que hizo parte del equipo de cuidados de Yu Xuan.
Según el NUH, los bebés nacidos cuatro meses antes de tiempo tienen una tasa de supervivencia de aproximadamente el 70 por ciento y la mayoría son dados de alta después de cuatro a seis meses en el hospital. Sin embargo, Yu Xuan no solo ha sido la más ligera, sino la que más tiempo ha permanecido en la UCIN del hospital, pasando más de un año bajo la atenta mirada de su equipo de cuidados.
Le dieron el alta con un peso saludable de 6.3 kilogramos (aproximadamente 13.9 libras).
En un comunicado de prensa, el NUH elogió a su «inspirador bebé» por su perseverancia, calificando su supervivencia como «un rayo de esperanza en medio de la confusión».
Los padres de la bebé, la auxiliar administrativa de seguros Wong Mei Ling y el técnico Kwek Wee Liang, ambos de 35 años, residen permanentemente en Singapur. Wong empezó a dar a luz antes de que ella y su esposo pudieran regresar a su casa en Malasia para el nacimiento de su hija, donde la pareja tiene un hijo de 4 años que vive con sus abuelos.
A la futura mamá le diagnosticaron preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo), una enfermedad potencialmente mortal que requiere que se realice una cesárea de urgencia.
«No esperaba dar a luz tan rápido y nos entristeció mucho que Yu Xuan naciera tan pequeña», dijo. «Pero debido a mi estado, no teníamos otra opción. Solo podíamos esperar que siguiera creciendo y estuviera sana».
Como era demasiado pequeña para que sus pulmones funcionaran de forma independiente, conectaron a Yu Xuan a un respirador. El empleo de sondas para controlar sus constantes signos vitales era un procedimiento delicado, ya que dejarlas en su fina y frágil piel durante demasiado tiempo podía provocar una herida abierta, haciéndola propensa a las infecciones.
Ante la imposibilidad de importar pañales para microprematuros a un precio razonable, las enfermeras de Yu Xuan crearon pañales diminutos a partir de otros más grandes, cortándolos a la medida y eliminando las tiras químicas que absorbían la orina y podían dañar la piel de la bebé.
Las dos primeras semanas de cuidados diarios de Yu Xuan, según la Dra. Yvonne Ng, asesora principal de neonatología, fueron fundamentales. «Tuvimos que innovar y encontrar algunos métodos improvisados para tratar a un bebé tan pequeño porque era la primera vez que experimentábamos a alguien tan pequeño», explicó. «Era tan pequeña que incluso se tuvo que hacer el cálculo de la medicación con decimales».
Sin embargo, a pesar del sufrimiento de la niña, el equipo de cuidados de Yu Xuan afirmó que era una bebé «activa y alegre» a la que le gustaba el chupete y que le hablaran y respondía al sonido de su nombre, según el comunicado de prensa.
Con el paso de los meses, el estado de Yu Xuan mejoró. Su madre recibió el ofrecimiento de una residencia temporal gratuita en la Casa Ronald McDonald del NUH, donde pudo trabajar a distancia durante la hospitalización de su hija.
«Tengo que darle las gracias a las enfermeras por cuidarla durante tanto tiempo», dijo Wong. «Nos alegra mucho que todo el mundo pudiera venir el día que le dieron de alta; el equipo es como una familia».
Las enfermeras del NUH, incluso las que no estaban de servicio, llegaron a tomar fotografías cuando la niña se fue a casa con sus felices padres.
«Ha sido un esfuerzo de equipo que encarna el espíritu de la atención y la compasión», dijo el profesor asociado Zubair Amin, asesor principal del departamento de neonatología del NUH.
Ahora, con 15 meses de edad, Yu Xuan permanece en Singapur con sus padres para recibir cuidados de seguimiento en el hospital. Está aprendiendo a tomar el biberón y ya puede dar la vuelta sola.
Aún padece una enfermedad pulmonar crónica e hipertensión pulmonar, dos enfermedades asociadas con el nacimiento prematuro. Además, Yu Xuan utiliza en casa un ventilador de oxígeno prestado por el NUH.
Las facturas del hospital, que ascendían a unos 200,000 dólares de Singapur (aprox. 147,888 dólares estadounidenses), se pagaron gracias a una generosa campaña de recaudación de fondos de Give Asia. Cuando los padres de Yu Xuan alcanzaron su objetivo, se comprometieron a donar el resto de los fondos a Give Asia para otras familias necesitadas.
Los médicos esperan que la niña siga mejorando con el tiempo.
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