«Cambia el tiempo de pantalla por tiempo real».
Así dice el lema del Club sin conexión, una empresa con sede en los Países Bajos que promueve la conexión humana desconectada. Los fundadores del club son tres amigos de la Generación Z: Ilya Kneppelhout, 27 años, Valentijn Klok, 27 años, y Jordy van Bennekom, 28 años.
El Sr. Kneppelhout, originario de Ámsterdam, estudió administración de empresas y periodismo en el Wagner College de Nueva York antes de regresar a los Países Bajos, mientras que el Sr. Klok es un ex chef con un título en negocios y economía. Junto con el Sr. van Bennekom, están cambiando la forma en que la gente ve la tecnología.
«Somos de la opinión de que la vida real es mucho más valiosa que la vida virtual», dijo Kneppelhout a The Epoch Times. «Que nuestro tiempo en el planeta es muy escaso. Y que no deberíamos pasarlo detrás de una pantalla, sino en el mundo real porque los recuerdos que vamos a tener al final de nuestras vidas no serán mensajes de texto o publicaciones de Instagram —serán reales, van a ser interacciones reales con gente real.»
La inspiración
A mediados de 2021, inspirado por la «semana de reflexión» de Bill Gates, en la que se desconecta de Internet para impulsar la creatividad, van Bennekom le dijo a Kneppelhout que planeaba desconectarse por unos días. Su tiempo alejado de la tecnología produjo resultados maravillosos. El impacto positivo impulsó a Kneppelhout, que pasaba mucho tiempo en línea, a probar su propia desintoxicación digital, sabía que algo necesitaba cambiar en su propia relación con la tecnología.
«Me sentí apurado. Me sentí distraído», dijo Kneppelhout. «Sentí que no tenía tiempo para las cosas a las que quería dedicarle tiempo».
El resultado de su desintoxicación, que duró cuatro días, fue tan sorprendente como el de su amigo.
«Me sentí súper descansado. Me sentí muy tranquilo. Tenía mucha inspiración y espacio para la creatividad y nuevas ideas. No me había sentido así en 10 años», dijo.
Inspirados por el éxito de sus desintoxicaciones digitales, Kneppelhout y van Bennekom comenzaron Offline Getaway: Una experiencia fuera de línea que alberga de 10 a 12 personas juntas en la naturaleza. La primera escapada sin conexión se llevó a cabo en octubre de 2022. Realizaron varias escapadas más en 2023.
Cada grupo de invitados disfrutó de un fin de semana tranquilo en la naturaleza, libre de distracciones digitales. El Sr. Klok, con su experiencia en el trabajo de chef, creó comidas deliciosas y saludables para que ellos las disfrutaran.
Aunque las escapadas sin conexión fueron un éxito, la realización de los eventos requirió una gran inversión financiera y de tiempo. No pasó mucho tiempo antes de que el Sr. Kneppelhout y el Sr. van Bennekom comenzaran a soñar con expandir su misión al resto de los Países Bajos. Y así nació la idea del Club sin conexión.
«Queríamos hacerlo accesible a un público cada vez más amplio», dijo Kneppelhout, «principalmente en ciudades donde vivimos vidas muy aceleradas y la gente apenas se toma el tiempo para desconectarse o reducir el ritmo».
El club fuera de línea
A pesar de su nombre, El Club sin conexión no es un lugar ni una cafetería. En cambio, Club sin conexión organiza «reuniones de desintoxicación digital» en cafés existentes.
Dirigidos por dos anfitriones, estos Hangouts reúnen a personas durante 2 o 3 horas. Cada evento consta de un «tiempo para mí» tranquilo y un tiempo de socialización. Los asistentes pueden escribir un diario o leer con los materiales que trajeron de casa, además de conversar entre ellos y hacer nuevos amigos. El Sr. Kneppelhout explicó que la conversación y las actividades fluyen «orgánicamente».
Aunque Club sin conexión es muy joven y su primer evento se celebró en febrero, está preparado para un rápido crecimiento.
«Hasta ahora ya hemos organizado más de 15 eventos en cuatro ciudades diferentes de los Países Bajos», afirmó Kneppelhout. «… También hemos crecido de cero a más de 200 mil seguidores en un lapso de seis semanas».
Ver el vídeo:
(Cortesía de The Offline Club)
Para muchos, El Club sin conexión es una forma nueva e innovadora de hacer amigos. No hay presión sobre los participantes para socializar, la conversación simplemente fluye naturalmente. Muchos asistentes se muestran tímidos al comienzo de cada evento, pero cuando termina, despedirse de sus nuevos amigos se vuelve un poco difícil.
«Hemos tenido personas introvertidas que nos dijeron que nuestros eventos son uno de los únicos eventos donde no les resulta abrumador conocer gente nueva y socializar», dijo el Sr. Kneppelhout.
Hay todo tipo de personas presentes en cada reunión. Sin embargo, la mayoría de los asistentes tienen entre 25 y 45 años. Algunos son solteros y otros son parejas. A muchas personas mayores de 50 años también les encanta venir al Club sin conexión, comentaron que les recuerda los viejos tiempos en los Países Bajos.
El Sr. Kneppelhout recuerda que un asistente mayor dijo que la mera visión de todos leyendo «hizo que su corazón cantara».
Construyendo un contramovimiento
A través de su trabajo, los tres socios pretenden iniciar un «contramovimiento» que una a las personas y promueva una interacción humana genuina. Y su movimiento parece estar creciendo.
«A la gente le encantó», dijo Kneppelhout. «Solo hemos recibido respuestas tan reconfortantes y positivas».
Aún así, administrar el negocio no está exento de dificultades. El señor Kneppelhout está muy ocupado, trabaja a tiempo completo además de dirigir El Club sin conexión.
La empresa también aprendió a navegar por el delicado equilibrio de no contrarrestar su misión mientras se promociona en línea. Eligen promocionar eventos en Instagram ya que el marketing fuera de línea no atraería a las personas que más lo necesitan.
Una semana después de que Club sin conexión iniciara su cuenta de Instagram, dos de sus reels se volvieron virales. En un mes, habían acumulado 125 mil seguidores en las redes sociales. Responder a la avalancha de mensajes en Instagram fue difícil para Kneppelhout ya que normalmente no usa Instagram en su teléfono.
«Ha sido una especie de rompecabezas reorganizar mi propia relación, una vez más, con mis sociales», dijo.
Consejos para evitar el nuevo tabaquismo
Al describir la adicción a la tecnología como «el nuevo tabaquismo», Kneppelhout es muy consciente de sus atractivos. Como miembro de la Generación Z, está siempre familiarizado con las tentaciones de Internet. Tuvo su primer teléfono a los 11 años y desde entonces siempre estuvo conectado.
«Creo que precisamente por eso me he vuelto muy consciente de que mi teléfono y mi estilo de vida digital me impactan negativamente», dijo.
Sus experiencias con Internet sólo han fortalecido su determinación contra la adicción a la tecnología.
Kneppelhout tiene tres consejos de desintoxicación digital para aquellos que quieran mitigar el tiempo frente a la pantalla: Desactivar las notificaciones, comprar un despertador real en lugar de usar un teléfono y dejar los teléfonos en casa con más frecuencia.
Dado que cada vez más personas son conscientes de los impactos del tiempo frente a la pantalla, el futuro de las «escapadas fuera de línea» y la «desintoxicación digital» parece muy prometedor. Miles de personas eligen seguir el lema característico de la empresa: Cambiar el tiempo de pantalla por tiempo real.
«Ahora nos estamos perdiendo en un océano de distracciones causadas por aplicaciones de redes sociales, cuidadosamente seleccionadas y diseñadas por ingenieros de Silicon Valley para llamar nuestra atención y robarnos nuestro tiempo», dijo Kneppelhout.
El joven equipo tiene como objetivo crear «un contramovimiento» en un momento en el que la soledad y el agotamiento van en aumento y capacitar a estas personas en dificultades para que descansen y se reconecten con su verdadero yo interior.
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