Las bodas no son solamente para los novios, sino para la familia y los amigos. Así que cuando una futura esposa descubre que a su padre no le quedaba mucho tiempo de vida, tomó la rápida decisión de adelantar su boda para hacerlo participe de ese gran día.
Cuando Crystal Adams y Jonathan Harrison, de Missouri, Estados Unidos, decidieron casarse y planearon una boda para dentro de año y medio, para tener tiempo suficiente para organizar los detalles para que su boda fuera perfecta. El sueño de toda su vida era que su padre la llevara hasta el altar.
“Cuando era más joven teníamos una vida familiar fuerte. Una vez que me hice mayor … mi papá es mi fuerza», dice Crystal a Ozarks First.
De repente, las cosas cambiaron, y el padre de Crystal recibió la desgarradora noticia de que le habían diagnosticado un cáncer terminal, que no era posible tratarlo. Era evidente que no llegaría al año siguiente para celebrar la boda de su hija.
«Mi papá tiene un tipo de cáncer que es intratable», dijo Crystal a ese medio.
Como a su padre no le gustaban los hospitales, él ocultó su enfermedad por el mayor tiempo posible. Cuando no pudo soportarlo más, lo llevaron al Hospital Mercy, pero los doctores no les dieron muchas esperanzas. Así que Crystal supuso que su padre no lograría llevarla al altar.
Así que Crystal decidió que no podrían esperar más. «Vamos a hacer una boda hoy en la habitación», dijo Crystal a Christine Mason, una de las enfermeras que cuidaba a su padre. Christine propuso hacer la boda en la capilla del hospital.
De esta forma, todos accedieron a realizar la boda ese mismo día en la capilla ¡Y todos estaban entusiasmados por colaborar!
Crystal llevaba un hermoso vestido de segunda mano y un ramo de flores que le regalaron. Fue un momento precioso cuando su padre, Curtis, logró reunir las fuerzas suficientes para levantarse de la silla de ruedas y caminar con su hija unos pasos por el pasillo de la capilla del hospital, en sus últimas y preciadas horas.
«El esfuerzo que debe hacer para ponerse de pie es enorme. Pero creo que tenía todas las razones correctas para caminar hoy», dijo la enfermera Christine.
Lamentablemente, Curtis falleció unos días después de la boda, a la edad de 52 años, el martes 17 de julio de 2018.
«Papá estuvo allí. No podría pedir un día mejor», aseguró Crystal.
Algunas cosas en la vida significan mucho, más de lo que muchos de nosotros imaginamos. Crystal seguramente tendrá algunos preciosos y tristes recuerdos de ese día. Pero lo más importante es que logró hacer el sueño de ella y el de su padre, realidad.
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