Durante años, Bob y Sandra Donaldson han residido en Smithville, Canadá, viviendo la buena vida. Ambos están jubilados; Bob era gerente de una empresa siderúrgica, y Sandra era una trabajadora de apoyo personal.
Pero la vida cómoda de la pareja no les ha impedido intentar ganar el gran premio.
En enero de 2018, Bob realizó un viaje de una semana a China, pero antes de irse, le pidió dos favores a quien ha sido su esposa por 36 años.
Los favores eran que Sandra recordara recoger a su perro y comprar un boleto de lotería.
Jugar a la lotería siempre fue un ritual para Bob y simplemente le pidió a su esposa que lo continuará mientras él no estaba. Mientras que irónicamente Sandra terminaría olvidando de recoger al perro por consiguir el boleto de
lotería.
Al día siguiente, vio en las noticias que alguien compró un boleto ganador en la misma área donde compró su boleto de lotería.
Y luego ella verificó los números.
Era Sandra quien compró el boleto ganador, ¡De la lotería de 23 millones de dólares!
Tan pronto como Sandra quería llamar a su marido, decidió convertirlo en un momento especial, esperando hasta que volviera para contarle.
La semana pasó mientras ella esperaba su regreso; ella lidiaba con noches de insomnio e hiperventilación, solo por la oportunidad de contarle en persona.
Cuando llegó el momento, toda la reacción de Bob fue captada en vídeo, por los hijos de la pareja.
Sandra creo la situación, primero, diciéndole a Bob que había buenas y malas noticias. La buena noticia era que podría conseguir el automóvil que planeaba comprar, cuanto antes.
«La mala noticia es que tenemos que ir a ver a nuestro abogado de inmediato», le dijo.
Ella sacó un sobre, que abrió.
Y dentro del sobre estaban los números ganadores.
«¿Estás bromeando?», Bob Le preguntó.
«Me quedé sin palabras», le dijo a The Star.
El triunfo de la lotería fue lo suficientemente significativa como para que Bob perdonara a Sandra por no recoger al perro.
Esta abundancia de dinero no solo ayudará a la pareja a obtener ese automóvil, sino que también planean usarlo para algo bueno.
«Me siento agradecido y feliz de poder ayudar a nuestra familia», dijo Bob a Niagara This Week. Y creo que esto es lo que las personas deberían hacer cuando son tan afortunados: ayudarse unos a otros».
De igual forma estos dos ya estaban jubilados antes de que acertaran a lo grande, ahora nunca más tendrán que preocuparse por el dinero nunca más, y pueden ayudar a su familia en ese sentido.
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