Cuando una empleada de Goodwill (un lugar de donaciones) en Oklahoma descubrió un fajo de 42.000 dólares envueltos en dos suéteres donados, decidió hacer lo correcto. Aunque devolvió el dinero, al final su acción tuvo una recompensa.
Andrea Lessing, madre de una niña, llevaba un mes y medio trabajando en la tienda de segunda mano de Norman cuando hizo un sorprendente hallazgo: el mayor fajo de dinero que había visto Goodwill Industries of Central Oklahoma.
«Uno quiere asegurarse que sea un buen producto, que no haya manchas, que no haya agujeros, que no haya desgarros, que no haya rotos», dijo Lessing a KFOR. Ella inspeccionó detenidamente los dos suéteres donados.
Al principio, pensó que estaban envueltos en libros, pero rápidamente se dio cuenta que eran pilas de sobres llenos de billetes de 100 dólares, que sumaban la impresionante cantidad de 42,000 dólares. Su primera sospecha fue que los billetes debían ser falsos.
Pero eran reales. Lessing, que cree en el karma, le avisó a su supervisor.
«Normalmente no tenemos forma de saber a quién le pertenece el dinero», dijo Frank Holland, vicepresidente de bienes donados de Goodwill. «Aunque queramos intentar devolvérselo a alguien, no hay forma de saber quién es esa persona».
Sin embargo, afortunadamente, el botín de Lessing iba acompañado de documentos que identificaban al propietario original de los suéteres. Lessing se empeñó en devolver el dinero.
Y así fue.
Pero luego llegó otra sorpresa: el propietario agradecido, que prefirió permanecer en el anonimato, quiso reconocer a Lessing por su integridad. Así que le regaló 1000 dólares del dinero devuelto como recompensa.
Después, en un segundo acto desinteresado, Lessing decidió gastar el dinero en la fiesta de cumpleaños de su hija de 6 años en julio.
«Pensé que lo había bendecido, pero él dio la vuelta y me bendijo a mí», dijo a Fox. «Me devolvió la fe en que hay gente realmente buena ahí fuera, incluso en medio de esta pandemia. No conocemos su situación, así que es mejor ser amable».
Jim Priest, director general de Goodwill Industries of Central Oklahoma, elogió al punto de venta y a la empleada por devolver el dinero. Dijo: «La integridad, es un «valor fundamental que nos esforzamos por vivir cada día».
Al publicar la increíble historia en Facebook, Goodwill compartió una declaración de Lessing al recibir la recompensa.
«Nunca esperé que algo así me sucediera a mí de entre todas las personas», dijo. «Para mí, era un día normal de trabajo».
«Tomé la decisión correcta e hice lo correcto».
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