Después de sobrevivir a un ataque al corazón un domingo por la tarde, un jefe de entrega de tecnología informática sobrecargado de trabajo decidió que era el momento de reevaluar sus prioridades. Escribió un posteo en las redes sociales en el que comparte con el mundo las ideas de su experiencia cercana a la muerte.
«Estoy reestructurando mi enfoque del trabajo», escribió Jonathan Frostick, de 45 años, en LinkedIn, «la vida es literalmente demasiado corta».
Frostick trabaja en tecnología informática para la franquicia de servicios financieros del Reino Unido, HSBC. Este londinense, padre de tres hijos, se acostumbró a trabajar 12 horas diarias durante la pandemia, y había perdido de vista el equilibrio entre la vida laboral y la personal. Cuando ocurrió el incidente descubrió que era su trabajo el que ocupaba sus pensamientos.
Un domingo de abril, Frostick pasó el día tomando una taza de café por la mañana, yendo al parque, de compras, y almorzando tarde, lo que era «bastante normal» hasta las 4 de la tarde, dijo.
Cuando se sentó a preparar el trabajo para la semana siguiente, se dio cuenta que no podía respirar, sintió oprimido el pecho y «oleadas» en el brazo izquierdo y en el cuello mientras sus oídos se tapaban.
Estaba sufriendo un ataque al corazón. Sin embargo, en lugar del típico montaje de la vida que pasa ante sus ojos, Frostick entró en pánico por su trabajo.
Sus pensamiento fueron: «Tenía que reunirme con mi gerente mañana, esto no es conveniente», y «¿cómo puedo asegurar la financiación para X?». Luego, entró en pánico por las actualizaciones de su testamento que habían caducado con la esperanza de que su esposa no lo encontrara muerto.
Al llegar al dormitorio para recostarse, Frostick llamó la atención de su esposa y ella llamó a una ambulancia.
Más adelante, recuperándose en una cama de hospital, Frostick escribió una lista. Entre sus ambiciones revisadas para su vida estaban pasar menos tiempo en Zoom, perder 15 kilos (33 libras) y pasar tiempo agradable con su familia.
«Quiero que cada día cuente para algo en el trabajo, si no, cambiaré mi cargo», añadió. «Y eso, hasta ahora, es lo que me enseñó estar cerca de la muerte».
La publicación de Frostick en LinkedIn atrajo miles de comentarios, donde muchos compartieron sus propias experiencias y elogiaron sus nuevas prioridades.
«Acaba de añadir generaciones a su vida», escribió un internauta. «Compartir su historia significa que algún niño va a tener más tiempo con su madre y/o su padre, sus abuelos y sus eventuales parejas y amigos. En su momento de dolor, estrés y miedo, su voluntad de ser vulnerable ha sacudido el planeta».
La representante de HSBC, Heidi Ashley, dijo a Bloomberg Wealth que la empresa deseaba que Frostick tuviera una «recuperación completa y rápida». La respuesta del público demuestra lo mucho que la gente piensa en el equilibrio entre la vida laboral y la personal, dijo, y HSBC anima a todos a hacer de su propio bienestar una prioridad absoluta.
Frostick, que tiene a su cargo a más de 20 empleados, afirmó que fue él quien desvaneció los límites entre el trabajo y la vida privada y optó por trabajar los fines de semana.
«Mientras antes terminaba sensatamente entre las cinco y las seis y media, me encontraba un viernes a las ocho de la noche agotado, pensando que tenía que preparar algo para el lunes y no tenía tiempo, y entonces empecé a trabajar de verdad los fines de semana», dijo Frostick.
Cuatro semanas después de su terrible experiencia, ya está en pie, caminando y cada día más fuerte. Frostick está convencido de que los cambios allanan el camino hacia adelante. También se alegra que al compartir su experiencia pueda ayudar a otros.
«Solo estoy agradecido de estar aquí», publicó, «de tener la oportunidad de ser lo mejor que puedo ser ahora para mi esposa e hijos, y de ayudar a otros».
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