El ex asistente del entrenador de fútbol americano de la escuela secundaria Joe Kennedy perdió su trabajo por arrodillarse en el campo de fútbol, no durante el himno nacional, y ciertamente no en protesta por nada. Simplemente se arrodillaba después de cada partido de fútbol para rezar al Señor. Después de una batalla de cuatro años, el ex entrenador todavía quiere recuperar su antiguo empleo y sigue luchando contra el Estado de Washington en defensa de sus «derechos constitucionales».
Joe creció en Birmingham, Washington. Sus primeros años como niño adoptado fueron problemáticos, admitió el entrenador, en una entrevista con First Liberty Institute.
De joven, Joe pasó 20 años en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y sirvió en combate durante la Operación Tormenta del Desierto. Fue en esta etapa de su vida cuando Joe encontró sentido; encontró la fe.
Después de dejar los marines, Joe comenzó a entrenar fútbol. También comenzó a ir a la iglesia con su esposa, con quien ha permanecido casado por 33 años y contando.
En el 2008, Joe fue conmovido por la película religiosa «Facing the Giants» y decidió emular el ritual de oración de los personajes. El entrenador comenzó a arrodillarse en una oración silenciosa de 15 segundos en la línea de 50 yardas al final de cada partido de fútbol americano de Bremerton High School. Inicialmente, rezó solo, pero al poco tiempo algunos jugadores, e incluso algunos padres, se unieron a él.
Nadie tuvo ningún problema con el ritual post-juego de Joe hasta el 2015. Según First Liberty, que representa a Joe, la llamada ni siquiera fue un cumplido, sino un cumplido hecho al distrito escolar de Washington por un espectador.
Sin embargo, después de que se corrió la voz, Joe recibió una carta oficial de advertencia del distrito pidiéndole que dejara de orar después de los juegos.
A continuación, se llevó a cabo una investigación. Mientras tanto, varios miembros del cuerpo estudiantil y docente de la escuela secundaria decidieron poner a prueba la indulgencia del distrito.
Invitaron a representantes del Templo Satánico de Seattle a asistir a un partido de fútbol de Bremerton para ejercer su propia libertad de expresión religiosa. El grupo aceptó y llegó vestido con capas, máscaras, capuchas y cuernos.
«Queríamos venir a apoyar a los valientes estudiantes que se habían atrevido a acercarse a nosotros», «así que hicimos una aparición fuera del partido de fútbol, donde pudimos conocer a los estudiantes y miembros de la comunidad que nos habían invitado a dar la invocación», escribió el grupo en su sitio web.
«A pesar de la multitud de estudiantes que gritaban ‘Jesús’ y nos arrojaban agua bendita», «nos divertimos mucho conociendo a los que nos pidieron que viniéramos», continuaron.
El distrito escolar de Washington respondió ofreciéndole a Joe la oportunidad de continuar con su oración después del juego, pero con la condición de que orara solo después de que el campo estuviera vacío. Joe se negó.
Mira a Joe y su abogado en una entrevista con Tucker Carlson en FOX News:
El sargento retirado del Cuerpo de Marines fue puesto de licencia por el distrito escolar en octubre del 2015; su contrato nunca fue renovado.
Entonces, Joe llevó su queja a la corte con la ayuda del First Liberty Institute of Plano, Texas. El caso fue desestimado por el tribunal de distrito, pero Joe no se rendía sin pelear.
El 23 de agosto de 2017, el Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito también se negó a restituir al ex entrenador de fútbol americano de la escuela secundaria. Un panel de tres jueces dictaminó que Joe estaba actuando como maestro y por lo tanto tenía el deber para con el distrito, los estudiantes y los padres de dar ejemplo.
Los jueces basaron su decisión en la inferencia de que Joe «se aprovechó de su posición para presionar sus puntos de vista particulares sobre las mentes impresionables y cautivas que tenía ante él», según citó el Seattle Times.
Además, el panel dictaminó que el comportamiento de Joe podría interpretarse como el respaldo del distrito de Washington a las creencias del asistente del entrenador de fútbol americano sobre los demás.
El juez Milan Smith es el autor de la decisión final del tribunal. «Aunque reconocemos el importante papel que desempeña el culto público en muchas comunidades, así como el sincero deseo de incluir la oración pública como parte de estas ocasiones, tal actividad puede promover la desunión en el plano religioso», escribió, según el Seattle Times.
Joe no aceptó el veredicto. El autor prosiguió su apelación, alegando que había sido discriminado por su religión.
A pesar de que la Corte Suprema se negó a tomar el caso de Joe a principios del 2019, el abogado de First Liberty, Mike Berry, le dijo a Fox News que esperaba que la corte de distrito en Tacoma reabriría el caso. Mike, esperaba ver a Joe de vuelta en el campo ya en el otoño del 2019, en la temporada de fútbol.
«La Corte Suprema dijo que había preguntas sin resolver, y que estamos obteniendo respuestas», dijo Mike. «Esperamos llevar el caso del entrenador Joe de vuelta a la Corte Suprema, si es necesario, y restaurar los derechos de este hombre».
«Luchó por nuestro país en el Cuerpo de Marines», continuó Mike. «No le enseñaron a renunciar en los Marines, y nosotros no vamos a renunciar».
Según Mike, Joe no está buscando compensación monetaria. Simplemente desea ser reincorporado como entrenador asistente y que se le permita arrodillarse «en silencio y brevemente» para rezar después de los partidos.
First Liberty sigue siendo leal a la representación de Joe. El equipo legal incluso ha creado un fondo para patrocinar la continuación de la campaña «Team Kennedy» en el futuro.
«Es por la Constitución y los derechos de todos los estadounidenses», «me han quitado mis derechos, así que alguien tiene que levantarse y luchar», dijo Joe.
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