En un conmovedor video quedó registrado el momento en que dos equipos de fútbol americano de una escuela secundaria de Nuevo México celebran juntos la anotación de un jugador con síndrome de Down del equipo ganador. Su entrenador dice que la reacción colectiva de los equipos fue «el espíritu deportivo en su máxima expresión».
Iziah Martínez, de 18 años, ha jugado en los Wildcats de la escuela secundaria de Lovington desde que era un estudiante de primer año, y se graduó en el nivel universitario en su último año. Iziah tiene síndrome de Down, pero eso no le impide ser un miembro popular y valioso de su equipo.
El 23 de octubre, en un importante partido del último año contra el equipo de Ruidoso High School, Iziah hizo el primer touchdown de su vida ante un público emocionado.
«Ruidoso y Lovington son grandes rivales», dijo a The Epoch Times Anthony Gonzales, entrenador de fútbol de la escuela secundaria de Lovington. «El ganador de ese partido iba a ganar el campeonato del distrito; había mucho en juego. Fue un momento muy emotivo».
Gonzales se acercó al entrenador de Ruidoso antes del partido con la esperanza de que aceptara una petición especial para Iziah, y éste accedió.
Cuando el tiempo se acababa, Lovington High School iba ganando y el plan de Gonzales se puso en marcha. Ruidoso mantuvo la defensa, «solo para hacerlo lo más realista posible». Los jugadores le pasaron el balón a Iziah y el adolescente corrió hacia la zona de anotación.
«En ese momento, cuando se lo pasamos, nadie se movió. Nadie abandonó las gradas», recuerda Gonzales. «Nadie sabía lo que estábamos haciendo, pero creo que podían sentirlo».
Iziah aterrizó y el estadio estalló. Gonzales esperaba que sus jugadores salieran corriendo por la banda para celebrarlo en privado, pero sorprendentemente, apareció el equipo rival.
«Veo la línea de banda y hay un muro de blanco y dorado corriendo hacia el campo», explicó el entrenador. «No conocen a Iziah, pero sabían que ese momento significaba algo para él. Estaban disgustados porque no ganaron, pero poder dejar todo eso de lado, compartir un momento con un joven (…) eso es el espíritu deportivo en su máxima expresión».
La escuela secundaria de Lovington compartió imágenes del momento especial en Facebook.
Gonzales, que está en su 17º año como entrenador de fútbol de la escuela secundaria y su quinta temporada como entrenador principal en Lovington, afirmó que la jugada de 15 segundos fue «positiva», ayudando a cambiar la percepción de la comunidad de lo que las personas con discapacidades diferentes pueden y no pueden hacer.
Gonzales dice que lo que más le gusta a Iziah es tocar el balón, y que los ejercicios de receptor y de defensa son su fuerte. Además de jugar en el equipo de fútbol de la escuela secundaria de Lovington, Iziah también es ayudante de profesor en una de las clases de educación física de Gonzales. El entrenador valora el entusiasmo y la energía contagiosos que el estudiante de último año aporta a cualquier aula.
«Una cosa que nunca olvidaré de Iziah es que, cuando entra en una sala, siempre está sonriendo», dijo a The Epoch Times. «Siempre está contento de estar allí».
«Así que tiene síndrome de Down. Definitivamente, se puede usar como excusa para no hacer las cosas que uno quiere hacer, o se puede usar en beneficio propio», reflexionó. «Iziah ha hecho eso; nunca ha permitido que nadie le diga que no puede hacer algo».
Gonzales creció sin una figura paterna y dice que «no estaría hoy sentado en esta silla» si no fuera por sus propios entrenadores de fútbol de la escuela. Hoy en día, se rige por dos principios rectores cuando se trata de los niños que entrena.
«El objetivo número uno es ayudar a enseñarles lecciones de vida, que van a ayudarles a tener éxito, en el campo de fútbol». Además de ser exitosos cuando dejen este lugar, dijo Gonzales, «queremos que sean mejores papás, queremos que sean mejores esposos, queremos que sean mejores estudiantes, queremos que sean grandes en lo que decidan hacer».
«El número dos es ganar un campeonato estatal (…) los chicos quieren jugar, quieren tener éxito, pero no es el objetivo final», extrapoló. «Predicamos mucho sobre el liderazgo de servicio; creo que es algo que falta en la sociedad actual, especialmente con nuestros jóvenes adultos».
Iziah, dijo Gonzales, es un excelente ejemplo, ya que siempre está ayudando a los demás.
«No importa si se tiene síndrome de Down o si se es el mejor de la clase», dijo Gonzales. «Cuando entramos juntos por la puerta, se les trata a todos exactamente igual. Estamos todos juntos en esto».
Mire el video:
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