La escuela primaria de Kentucky sorprendió a una estudiante de 7 años y a su madre al incluir un retrato del perro de servicio junto a su joven dueña en el anuario del jardín de infantes.
En la Escuela Católica San Patricio de Louisville, Kentucky, la estudiante Hadley Jo Lange sufre de epilepsia, un trastorno neurológico que causa convulsiones. Ariel, su perrita de servicio, una Labradoodle de 4 años, está entrenada para reconocer cuando tenga un episodio de manera que pueda ser atendida rápidamente.
La madre de Hadley Jo, Heather Lange, jura que Ariel ha salvado la vida de su hija. Elogió al cachorro por proporcionarle una «enorme sensación de seguridad», según informó CNN.
«No sé cómo podría agradecerle a Ariel como una madre», dijo Heather. «Va con ella a todas partes, a la escuela, toma el autobús con ella, va a sus clases de baile y a su práctica de fútbol. Siempre tiene los ojos puestos en mi pequeña niña».
La madre de Hadley Jo cree que es «genial» ver sus fotos y las de Ariel juntas en el anuario el 15 de mayo. Heather compartió en Facebook que se sentía «más que bendecida», y añadió: «esto significa que el mundo ve que tu hija tiene un hogar y ‘una familia’ en su escuela que la ama como nosotros».
El director de la Escuela Católica de San Patricio, Nathan Sturtzel, dijo a CNN que fue fácil encontrar un lugar para Ariel en el anuario. «Es importante que hagamos todo lo posible para fomentar nuestra relación con las familias y hacer lo que podamos para apoyar a los estudiantes», dijo. «Fue muy divertido incluirla. Nos encantó».
Hadley Jo tuvo su primera convulsión cuando era una niña de 17 meses mientras cenaba en un McAlister’s Deli con su familia. «Estaba en mi regazo mientras comía», recuerda Heather, «y de la nada mi bebé cayó de mis brazos y sus ojos giraron a su cabeza y se sacudió (…) Fue aterrador».
«Dejó de respirar», continuó Heather, «y ahí estaba yo, una madre que pensaba que estaba a punto de perder a su hija». Desde entonces Hadley Jo se ha ocupado de las convulsiones.
Los Langes decidieron invertir en un perro de servicio después de un momento de eureka en la casa de la niñera de Hadley Jo. Un gran pastor alemán que pertenecía al hijo de la niñera comenzó a comportarse de manera extraña, tratando de tirar de Hadley Jo al suelo; Heather cree que el perro detectó el inicio de una convulsión, informó The Record.
«Ese fue un punto de inflexión», dijo.
Si ocurre una convulsión en la escuela, el trabajo de Ariel es alertar al profesor de Hadley Jo ladrando. El perro se acuesta debajo de la niña de 7 años para evitar que se caiga y se lastime.
Heather dijo a CBS News que la mayoría de los ataques de Hadley Jo ocurren en el salón de clases porque las habilidades motoras finas, el pensamiento crítico y las matemáticas desencadenan su epilepsia. Para tal efecto, una asistente de enseñanza en la Escuela Católica de San Patricio fue entrenada formalmente para convertirse en una de las manejadoras de Ariel.
Según Heather, Ariel es el único perro de servicio conocido en el distrito familiar de Louisville, debido a que los perros de servicio pueden costar entre 20,000 y 60,000 dólares; la familia Lange adquirió su Labradoodle, que le cambió la vida, gracias a una campaña de seis meses de recaudación de fondos en la comunidad.
Heather, quien es una defensora de los niños con epilepsia, quiere ayudar a otros a conseguir los perros de servicio que lo necesiten después de ver a su hija prosperar con Ariel. Lanzó una organización sin fines de lucro, «Hope for Hadley Jo«, en asociación con la Fundación para la Epilepsia de Kentuckiana, que sigue recaudando fondos vitales para familias con necesidades similares.
La madre elogió a la Escuela Católica de San Patricio por hacer su aventura más visible, llamando como una «gran idea» a la inclusión del perro de servicio de su hija en el anuario tanto en la página del jardín de infancia como en la de la facultad.
«Realmente quiero que el mensaje sea que está bien que no todo el mundo tenga el mismo aspecto, que no todo el mundo aprenda de la misma manera y que otras escuelas también pueden hacer esto», dijo Heather al Louisville Courier-Journal. «La compasión está ahí».
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