A los 83 años de edad, Mona estaba parcialmente ciega y estaba perdiendo cada vez más la vista. Ella y su marido, Des Monahan, sabían que pronto no podría maquillarse ella misma, así que decidieron visitar su tienda local de Debenhams.
La pareja británica se acercó a la maquilladora Rosie O’driscoll, de 45 años, en el mostrador de Debenhams para reservar una lección de maquillaje para Des, de modo que él pudiera aprender el arte del maquillaje y hacer que su esposa se viera mejor cuando ya no pudiera hacerlo.
«La vista de Mona se está deteriorando y no podrá maquillarse en el futuro, así que pensé que cuanto más rápido aprendiera, mejor», dijo Des a Caters.
La primera lección que Rosie dio comenzó en octubre de 2017. Sin embargo, después de ocho meses de lecciones regulares, Des había afinado su arte a la perfección.
«Todo comenzó en octubre pasado, pero ahora estoy tan seguro con el uso del maquillaje que podría incluso dar mi propia clase», proclamó el cariñoso marido.
Rosie estaba muy emocionada de haber podido ayudar a la pareja.
«Era obvio que Mona estaba perdiendo la vista y él quería ayudarla de cualquier manera que pudiera», contó Rosie. «Sé, por mi trabajo en la industria del maquillaje, que maquillarse cada mañana ayuda a la gente a tener confianza en sí mismos y a disfrutar de ello».
Recordando cómo comenzó su primera clase, Rosie compartió, «Des tomó las brochas y dijo ‘eso es fácil, puedo hacerlo'». Al principio, no tenía ni idea de qué brochas usar para cada parte de la cara, añadió. Sin embargo, con la ayuda de Rosie, se ha convertido en un experto.
Ahora, sin embargo, Des es experto en todo, desde dibujar cejas hasta aplicar bronceador y ponerle lápiz labial y rímel a Mona. Mientras tanto, ha desarrollado un ojo agudo para encontrar los estilos adecuados para su esposa.
«Si a Des no le gusta cierto color de lápiz labial en Mona me lo dirá enseguida», compartió Rosie. «Prefiere usar un lápiz para dibujar en sus cejas y es muy particular con los looks que probamos en su esposa».
Mona también está muy impresionada por la destreza de su marido.
«Des usa delineadores y lápices labiales que yo no podría usar», compartió. «Ahora me cuesta ver los colores de diferentes tonos pero gracias a Des ahora sé que mi maquillaje siempre se verá bien».
Con sus nuevas habilidades, Des es capaz de aplicar el maquillaje de Mona desde la comodidad de su casa, pero está agradecido a Rosie, dice. Rosie y la pareja se han convertido desde entonces en grandes amigos. La pareja a veces visita Debenhams para ponerse al día, y Rosie también ha ido a su casa a tomar el té.
«Nos reímos mucho cuando vienen al mostrador de la Beneficencia, pero también somos amigos fuera de Debenhams», dijo Rosie.
También hay mucha charla sobre compras entre Des y Rosie, ya que él continuamente afina sus habilidades. «Rosie ha sido una gran amiga para nosotros y vamos diariamente a verla y así puedo obtener más consejos», compartió Des.
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