Este especialista en prótesis se conmovió cuando vio la difícil situación en que estaba una niña sin piernas que usaba latas de conservas para caminar. Se ofreció a hacer sus piernas artificiales y su generosidad no terminó allí.
Mohammad Merhi y su hija Maya, de 8 años, nacieron sin piernas. Cuando la familia tuvo que huir de Alepo, una ciudad devastada por la guerra, a un campo de refugiados en el norte de Siria, la vida se hizo aún más difícil.
Anteriormente, el padre y la hija se las arreglaban para moverse gateando, pero después de que Maya se sometió a una cirugía correctiva, ni siquiera podía gatear.
«Después de la operación, no pudo moverse y estuvo sentada todo el tiempo en su carpa», dijo Mohammad al Independent. «Para que saliera de la tienda, tuve la idea de ponerle tubos en las extremidades, rellenos de un material esponjoso para reducir la presión».
«Añadí dos latas vacías de atún porque el plástico no era lo suficientemente fuerte para resistir la fricción con el suelo». Las nuevas prótesis provisionales funcionaron tan bien que Maya incluso pudo asistir a la escuela del campamento», dijo Mohammad.
Las fotos de Maya usando piernas protésicas improvisadas, hechas por su padre, llamaron la atención del Dr. Mehmet Zeki Culcu, un especialista en prótesis de Turquía.
Con la ayuda de la “Red Crescent”, el amable médico llevó a Maya y a su padre a Estambul y se ofreció como voluntario para asumir el costo de las prótesis del padre y de la hija.
El Dr. Culcu dijo: «No podemos decir que lo que usa es una ‘prótesis’. Se trata de una especie de sistema improvisado para que ella camine. Sin medios y motivado por la desesperación, su padre convirtió ese sufrimiento en esperanza».
«Nos contactamos con personas de todo el mundo que querían hacer donaciones. Pero este asunto está cerrado y yo asumiré el costo», dijo el Dr. Culcu.
La «experiencia» de Maya de caminar con latas de conserva no se desperdició, ya que le ayudó a aprender a equilibrarse, reduciendo así el proceso de dos semanas a solo un día cuando se le instalaron piernas nuevas, reportó The Telegraph.
«Maya caminará, si Dios quiere, en tres meses», dijo el Dr. Culcu a The Independent.
«Será como una nueva vida para nosotros», dijo el padre de Maya. «Sueño con verla caminar, ir a la escuela y volver sin sufrir».
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