Los doctores perdieron las esperanzas con él y le dijeron que solo tenía algunos días de vida. Adam Paulraj desafió todas las probabilidades de vivir durante años, antes de su fallecimiento el 12 de junio del 2016. Nacido con solo un dedo, las piernas fusionadas y sin párpados, luchó contra todo lo que la vida le arrojó.
El pequeño Adam Paulraj nació el 18 de septiembre del 2011 en Assam, India, con un solo dedo, sus pies estaban palmeados al nacer y sus piernas debajo de la rodilla estaban fusionadas. Necesitaba un tubo de traqueotomía para respirar y una bolsa de ostomía para defecar.
Sin embargo, sus padres biológicos no pudieron entender la discapacidad con la que nació Adam, debida a un raro trastorno genético. Los médicos dijeron que el bebé no sobreviviría por mucho tiempo. Su madre lo dejó en el hospital y su familia dijo que sería envenenado si lo devolvían a su aldea.
La rara condición con la que nació Adam es conocida como Bartsocas-Papas. Solo 26 personas de los siete mil millones en la tierra sufren actualmente este trastorno. El trastorno causa anormalidades faciales y una cabeza inusualmente pequeña. Todas las deformidades son externas ya que los órganos internos funcionan normalmente.
Pero a pesar de los desgarradores pronósticos, Adam logró superar las expectativas de los médicos.
Siempre existe un destino para cada uno de los seres que vienen a la Tierra y el de este bebé era encontrarse con sus padres adoptivos en el mismo lugar donde lo dejaron abandonado.
Jessica, una enfermera de California y Raja Pualraj, un psiquiatra de la India, vieron a un bebé que para ellos había nacido a la imagen de Dios. Mientras estaban recién casados trabajaban en el Hospital Misionero de Assam, donde se encontraron con el pequeño que cuidaron hasta su último aliento, informó Jacksonville.
Así comenzó la historia de esta hermosa familia, quienes posteriormente se fueron a vivir a Philadelphia, E.U.A. donde criaron a Adam, junto con sus otros dos hermanos, durante sus casi 5 años de vida.
La salud del pequeño siempre fue un reto, pues los doctores incluso lo llegaron a catalogar como «el niño: uno entre un billón», pues pocos casos con su síndrome logran sobrevivir poco después del nacimiento.
Adam luchó contra el desorden durante sus años de vida, estuvo expuesto a 17 cirugías y constante seguimiento médico. La última vez que ingresó al hospital fue cuando tuvo una insuficiencia respiratoria, la cual no pudo resistir y falleció el 12 de junio del 2016.
Jessica dijo a través de su blog personal: «Había una paz increíble que envolvía su frágil e hinchado cuerpo. Muchos lo extrañarán. Es indescriptible explicar este dolor».
«Sin embargo, imaginar su cuerpo restaurado e imaginarlo rodeado de gloria y acogido por su Padre… es un bálsamo muy bueno para nuestras almas cansadas», agregó.
Estos padres definitivamente tienen un gran corazón, dieron todo lo que necesita un pequeño al nacer: el amor de una acogedora familia durante el corto periodo de vida que le tocó vivir. ¡Gran ejemplo Jessica y Raja!
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A estos bebés les encanta comer
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