Andressa Ojeda, una joven de 20 años de edad es la primera brasileña en camino a convertirse en astronauta. La estudiante de Ingeniería Aeroespacial es inspiración y ejemplo de muchos, tras haber sido admitida en 5 universidades en EE.UU., ahora realiza un curso avanzado de astronauta y compite en un concurso de robótica de la NASA.
Andressa Ojeda, de 20 años de edad, originaria de Loanda, Paraná en Brasil es una estudiante de segundo año de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle en Daytona Beach, Florida, EE. UU., informó G1.
Sin embargo, su camino para lograr su sueño de ser la primera astronauta brasileña comenzó desde niña y provino de la inspiración de su propia madre.
«Mi mayor inspiración es mi madre. Ella falleció cuando yo tenía 9 años y siempre me involucró mucho en este tema del espacio. A veces salía de casa y miraba el cielo estrellado y pensaba en ella. Pensaba ‘quiero estar cerca de ella'», dijo la estudiante al mismo medio.
Pero su sueño de la infancia hace algunos años comenzó a volverse una realidad. En compañía de su padre, Andressa Ojeda comenzó a transitar el camino hacia este sueño que parecía “fuera de este mundo” y logró ingresar a un curso avanzado para ser astronauta en Estados Unidos.
Ojeda compartió a The Epoch Times que al principio tenía miedo de decirle a la gente que quería ser astronauta por lo irreal que podía parecer, pensaba que la gente no la tomaría en serio. Además pensó que su padre iba a decir algo parecido a “búscate otra cosa” o “eso es una locura”, pero de lo contrario, explicó que simplemente le dijo: “creo que eres capaz y haré todo lo que pueda para apoyarte en este viaje”.
Así fue como, con el apoyo de una institución brasileña para un programa de intercambio, Ojeda salió de Brasil y terminó la escuela superior. Posteriormente, fue aprobada en cinco universidades de EE.UU., teniendo oportunidad de elegir dónde realizar sus estudios.
Actualmente, cursa el segundo año de Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle en Daytona, la cuál es la única universidad del mundo especializada exclusivamente en las áreas aeronáuticas y aeroespaciales.
Además, la joven brasileña actualmente es parte del Concurso de Minería Robótica (RMC) de la NASA para desarrollar un robot minero en la Luna.
En el año 2019 obtuvo una mención honorífica en el concurso de Zero-G y ganó un vuelo de investigación parabólico para experimentar la microgravedad, donde participó en una simulación de viaje y ejercicios de entrenamiento para astronautas. También fue invitada a realizar el Proyecto PoSSUM como candidata a científica-astronauta, informó Zero-G en su página de FB.
La estudiante brasileña también obtuvo oportunidades en su país de origen.
Fue aprobada para participar en el Proyecto Hábitat Marte, desarrollado por la Universidad de Río Grande do Norte (UFRN) en colaboración con el Centro Vocacional Tecnológico Espacial Augusto Severo (CVT-E), coordinado por la Unidad Regional de la Agencia Espacial Brasileña (AEB) de Río Grande del Norte, el cual consiste en una misión análoga (simulación virtual) para probar posibles aplicaciones en futuras bases espaciales, tanto en Marte como en la Luna, informó Paulo Ojeda en una publicación de redes sociales.
Tras sus logros, esta joven brasileña se ha vuelto inspiración y ejemplo para los adolescentes de su país. La joven explicó a G1 que le gustaría ayudar a la agencia espacial de Brasil.
«Quiero ser astronauta, ayudar a la agencia espacial brasileña, a Brasil, a desarrollar más tecnología”, dijo a G1.
Otro de sus objetivos es inspirar a las personas, en particular a las chicas, a que se animen a explorar el área espacial.
“Inspirar a otras personas, especialmente a las chicas. Especialmente en mi universidad, es una universidad centrada en el área espacial y aeronáutica, y no se ven muchas chicas. Quiero ser capaz de inspirar a más chicas para que se involucren en este ámbito de la ciencia, la tecnología, las matemáticas y la ingeniería», dijo a G1.
El camino de Ojeda para convertirse en astronauta, aún continúa, pues tiene que terminar 3 años de universidad, realizar un máster en Francia y tener experiencia laboral.
Sin embargo, su orgulloso padre la impulsa a continuar avanzando en su camino. En una publicación compartió que las actitudes de su hija “inspiran a otros” y le recordó que “nunca deje de soñar y luchar por sus sueños”.
El apoyo de su padre significa un mundo para ella y siempre le da las fuerzas necesarias para seguir avanzando.
En cuanto a los jóvenes que tienen sueños aparentemente «imposibles», Ojeda les dice que se «enfoquen en lo que consideran su propósito y no dejen que la gente se los quite».
«He recibido varios ‘no’ a lo largo de mi carrera y puedo decir que eso solo me ha hecho más fuerte», relató en un mensaje a The Epoch Times.
Y así es, esta joven ejemplar, no ve obstáculos, sino al contrario, además de disfrutar el recorrido ella sabe que es parte del camino para poder lograr su sueño.
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