Antonio Gwynn, de 18 años, estaba viendo en vivo las transmisiones de los disturbios y la destrucción en la avenida Bailey en su ciudad natal de Buffalo, Nueva York. Eran las 2 a.m. y Gwynn simplemente no podía quedarse de brazos cruzados y no hacer nada al respecto.
«Me sentí disgustado. Mis nervios estaban mal», le dijo a ABC sobre la violencia que tuvo lugar el lunes por la noche. «Están destruyendo una ciudad que podría ser realmente muy hermosa».
Entonces, el estudiante de último año de Hutch Tech se vistió, compró unas cuantas bolsas de basura, tomó una escoba y un recogedor, y se fue a trabajar limpiando los restos del desastre.
«Estaba yo solo. Empecé a recorrer Bailey de arriba a abajo para ver dónde habían sido destruidas las cosas y así poder limpiarlas», dijo Gwynn. Pasó unas 10 horas seguidas barriendo y limpiando el desastre hasta la madrugada.
Gwynn, que perdió a su madre en 2018, dijo que fue su memoria la que inspiró sus acciones de ese día. «Es algo que ella haría probablemente porque principalmente trato de ser como ella o algo similar porque no quiero ser un seguidor», dijo. «También quiero liderar a veces».
Sin embargo, los habitantes de Buffalo se dieron cuenta de su acto de caridad y se aseguraron de que no quedara sin recompensa.
Matt Block vio un reportaje de 7 Eyewitness News sobre la buena acción de Gwynn y decidió pagarla dándole un Mustang rojo convertible 2004.
«No podía soportar venderlo y esta era una buena manera de deshacerme de él y saber que alguien lo recibiría con aprecio», dijo Block a ABC. El coche tuvo un significado especial para Gwynn, casualmente, ya que era exactamente el mismo coche que su madre tuvo alguna vez, el mismo color y todo eso, dijo.
Sin embargo, todavía había más buen karma para el adolescente. Pronto, Bob Briceland de la Agencia de Seguros Briceland también le ofreció un seguro de auto gratis por un año para su nuevo auto. «Me sentí obligado a ayudarlo. Necesitamos reunir a toda nuestra ciudad y mostrarle a la gente cómo hay tanta gente buena aquí», dijo Briceland.
Y entonces, algo aún más increíble sucedió.
El Colegio Medaille le ofreció a Gwynn una beca completa. El joven tenía inicialmente la intención de entrar en la escuela de comercio y ahorrar para la universidad. Ahora, esa meta se alcanzará mucho antes. Gwynn quiere estudiar negocios mientras estudia mecánica, dice, y espera tener su propio taller mecánico algún día.
«Siempre quise ser alguien que ayudara a todo el mundo con sus problemas automovilísticos», comparte. «Esta es una gran oportunidad que tengo delante de mí».
Gwynn estaba conduciendo cuando escuchó las buenas noticias. «Literalmente me detuve, me detuve y empecé a llorar», dijo. «También lo hizo mi tía abuela. Mi primo pequeño también».
Sin embargo, Gwynn planea continuar con sus actos de bondad. Dice que ha estado ayudando a los miembros de su familia, como su tía, que siempre ha estado ahí para él. «Le ayudé a pagar el alquiler y le conseguí el mismo teléfono que tengo», dijo Gwynn.
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