Lo último que pasó por la cabeza de un joven fue convertirse en padre siendo aún estudiante universitario. Sin embargo, fue el único que tuvo el coraje para sacar de la basura a un bebé cubierto de hormigas y luego aceptar ser el tutor legal.
«Mi vida está llena de aventuras divertidas y locas, pero nada podría haberme preparado para encontrar a un bebé de cuatro meses, cubierto de hormigas rojas, en un contenedor de basura», escribió Jimmy Amisial a Love What Matters.
Amisial nació en Gonaives, Haití, que está a unas 3 horas al norte de la capital, Puerto Príncipe. Aunque allí la vida es difícil ―poca gente tiene trabajo y los efectos del terremoto y las inundaciones de años pasados todavía se sienten―, la gente tiene un espíritu fuerte, afirma el joven.
Y eso lo pudo comprobar de primera mano en la víspera de noche buena del 2017, cuando se dirigía a un orfanato mientras estaba de visita en la casa de su madre en Haití, en medio de las vacaciones universitarias.
Mientras caminaba, el ruido de un grupo de personas llamó su atención, «me di cuenta de que estaban frenéticos y no de celebración como suele ser en las vacaciones», dijo Amisial, quien de inmediato notó que algo estaba mal. Al preguntar, una mujer le contestó que alguien había abandonado un bebé en la basura.
«No podía creerlo. Curioso, me abrí paso entre la multitud para ver más de cerca. Mientras levantaba la cabeza para ver mejor, vi a un bebé llorando encima de una gran pila de basura, pero no había ni una sola alma haciendo algo al respecto», recordó el joven, quien es estudiante de comunicación y medios electrónicos de la Universidad Estatal de Texas.
El bebé estaba llorando, desnudo y cubierto de hormigas rojas lastimando su pequeño cuerpo. Sin embargo nadie estaba dispuesto a moverlo, pues los lugareños estaban convencidos que el niño era parte de un ritual «malvado» y que podía atraparlos si lo tocaban.
Pero Amisial recuerda que él solo podía sentir el sufrimiento y dolor en el llanto del bebé. Con lágrimas en los ojos y a pesar de las advertencias de no tocar al niño, el joven se acercó y lo levantó.
«Estábamos mirando lo mismo, pero vi lo contrario a ellos. Era casi como si Dios me hubiera dicho que lo recogiera, ¡y lo hice!», expresó el estudiante.
Quiso llevar al niño al hospital pero ya que estaba cerrado, rápidamente lo llevó con su madre y ambos lo bañaron, vistieron y alimentaron.
Luego de asegurarse de que el bebé realmente estaba abandonado, Amisial lo llevó al día siguiente para que lo revisara un médico. Mas tarde, inesperadamente le pidieron que fuera el tutor legal del niño.
Confundido y sin saber qué hacer, el entonces joven de 22 años pasó varios días pensando y sin poder dormir, según escribió en una página de GoFundMe.
«Estaba confundido. No parecía tener sentido para mí. Mi espíritu se agitó [estuve] durante días pensando en qué hacer. He aprendido que en la vida ‘si sigues pensando en las cosas que no puedes hacer, eso alimentará tu miedo y matará de hambre tu fe'», recordó, después «me armé de valor y me planté firmemente para llevar la cruz».
Tomar la decisión le emocionó y aunque no sabía cuáles serían los medios para mantenerlo, sabía que elegir ayudar al niño era lo correcto.
Ahora, poco más de cuatro años después, Emilio Angel Jeremiah, como nombró al niño, es excepcionalmente inteligente, le encanta tocar la guitarra y ha dicho que quiere ser músico.
La madre del joven le ha ayudado a educar a Emilio durante este tiempo, mientras él termina sus estudios, que tuvo que pausar durante un periodo para poder llevar dinero a casa para su madre y el niño.
Amisial vive al lado de un orfanato en el que ha sido voluntario desde muy joven, y dice que los niños adoran a Emilio.
Él mismo creció sin un padre, y sabe que «nadie debería tener que experimentar la vida solo», escribió Amisial a Love What Matters, por lo que ahora busca adoptar al niño.
Para lograrlo, necesita cubrir los gastos, por lo que abrió una cuenta en GoFundMe para recaudar el dinero necesario.
«Me alegro de tener la oportunidad de transformar una vida abandonada en la BASURA en un maravilloso TESORO», reflexionó, y agregó: «Si quiere ayudar con los gastos de adopción se lo agradeceré mucho. Sus contribuciones a esta campaña serán una tremenda bendición para finalizar el proceso de adopción».
A través de este viaje, Amisial apendió que «a veces perdemos la oportunidad de una bendición de Dios, porque está disfraza como un problema. Si usted es una persona religiosa, esté atento a lo que Dios le está mostrando. A veces, las bendiciones pueden venir en paquetes extraños; sea lo suficientemente sabio y mantenga sus ojos espirituales abiertos».
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