El sueño más anhelado de una humilde familia brasileña que vivía en un autobús, se hizo realidad gracias a una organización benéfica y al aporte de miles de personas que se conmovieron al conocer su historia.
Gilmar Braz, de 51 años, su esposa Nilcélia Coutinho, de 38 años, y sus seis hijos vivían en un viejo autobús ubicado en el centro de Sao Paulo. Compraron el vehículo con los pocos ahorros que tenían para no vivir en la calle con sus hijos, y aunque lo adecuaron para usarlo como vivienda, no ofrecía condiciones adecuadas para una familia numerosa, además de no tener agua, ni electricidad. Desafortunadamente no tenían ingresos suficientes para alquilar una casa.
Gilmar trabaja restaurando juguetes, ensamblando guitarras, y recolecta materiales reciclables para mantener un ingreso. Pero durante la pandemia las cosas se fueron complicando.
Afortunadamente contaban con la generosidad de una vecina, Regina Teixeira, que conoció a Gilmar en un trabajo temporal se ofreció a ayudar a la familia al ver su complicada situación.
Ella les permitía usar el baño de su casa, donde podían ducharse. «A pesar de todas las dificultades, todos son personas felices y agradecidas. Esto reforzó mi sentimiento de ayudarlos», dijo Teixeira a Agora. «También hago compras del mes y se las entrego, además de llevarles agua potable».
Pero las cosas se complicaron aún más cuando, en marzo del año pasado, la familia recibió una notificación del ayuntamiento de la ciudad instándolos a desalojar el área donde estaba ubicado el bus, de lo contrario tendrían que pagar una cuantiosa multa.
La noticia se compartió en varios medios de comunicación, y muchas personas se sintieron conmocionadas al ver que la familia luchaba por sobrevivir, así que decidieron interceder por ellos.
El ayuntamiento les ofreció un albergue, pero se rehusaron a aceptar debido a que debían dormir separados y con extraños.
Finalmente, el teniente de alcalde de la región, José Rubens Domingues Filho, contactó a la familia para anunciarles que podían quedarse en el lugar hasta que solucionaran su problema habitacional.
Pero los esfuerzos por ayudar no se detuvieron ahí.
Tras hacerse pública su historia, la organización VOAA organizó una colecta para que pudieran comprar una casa digna para vivir.
La campaña se difundió ampliamente, y gracias a los aportes de 2356 de personas, se recaudaron cerca de 25 mil dólares. Así, Gilmar, Nilcélia obtuvieron los documentos de una casa que está en proceso de remodelación, y en poco tiempo se podrán mudar con sus hijos a su nuevo hogar.
(Crédito Video: VOAA)
Tras el anuncio de la buena noticia en la cuenta de Instagram de VOAA, los internautas compartieron mensajes de felicitaciones para la familia y para todos aquellos que hicieron posible el sueño de esta familia de tener su casa propia.
Un usuario escribió: «Felicitaciones a todos los que cooperaron para que esto suceda y a todos ustedes que hacen este hermoso trabajo ??????». Otro dijo: «¡Felicitaciones! Bendiciones para ustedes en este nuevo hogar».
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