Cualquiera que haya puesto la mínima atención puede darse cuenta que, en ocasiones, la vida puede dar un giro radical de un segundo a otro. Así fue para la familia Copeland, cuya casa rodante explotó con tres de sus integrantes dentro y ahora comparten cómo es recuperarse después de la traumática experiencia.
Kyle y Whitney Copeland, de Utha, Estados Unidos, vendieron su casa y compraron un autobús urbano usado, dos años atrás. El objetivo fue convertirlo en una casa rodante familiar donde viajarían por todo el país junto a sus cuatro hijos, Pepper de 11 años, Kade de 10, Emree de 6, Krew 3, y Hazel, su perro.
La noche del lunes 27 de diciembre a las 10:00 p.m. mientras estaban en Veyo, Utah, luego de pasar unos días en la casa de unos amigos, el autobús simplemente explotó, explica una página de GoFundMe.
Los cuatro niños estaban adentro. Los mayores, Kade y Pepper, estaban en sus literas y los pequeños Emree y Krew jugaban en la parte delantera del autobús. Kyle, Whitney y el perro habían salido para enganchar el remolque y dejarlo listo para salir al día siguiente.
Emree y Krew «comenzaron a escuchar una fuga en un tanque de propano que Emree describió como ‘el sonido del agua’, pero era el silbido de los gases que escapaban», explica la familia en un blog.
El sonido hizo que Pepper levantara la mirada y gritara «¡Oh, no! ¡Emree, ve a buscar a mamá!».
Emree salió corriendo pero apenas alcanzó a decir a sus padres que «algo estaba goteando y algo sobre un incendio», cuando la casa rodante explotó y quedó envuelta en llamas.
En una actualización del blog donde los Copeland están compartiendo el proceso de recuperación de la familia luego del traumático evento, explican que Whitney, la madre, corrió hacia el autobús, pero su esposo la alcanzó a detener «y la jaló hacia atrás con tanta fuerza que casi se cae al suelo», e inmediatamente él entró al fuego.
Whitney, mirando hacia atrás, «no cree que hubiera tenido la resistencia necesaria para volver a salir [del autobús], y mucho menos llevar a otras personas», pero eso fue lo que hizo Kyle.
Kade (10) logró salir por una ventana en tan solo unos segundos, y su madre le pidió que cuidara a Emree (6) y huyeran del fuego.
En unos escasos segundos el padre salió cargando a Krew (3) y tirando de Pepper (11).
«Entregó Krew a Whitney y al dar el último paso fuera del autobús se desplomó boca abajo», comparte la familia en la misma publicación.
«Pepper se quedó congelada y en llamas en el último escalón del autobús, completamente en shock. Whitney la sujetó y presionó su cuerpo contra el de ella para apagar el fuego».
El rostro de Kyle se hinchó de inmediato y cuando logró incorporarse, aunque no podía ver nada, comenzó a gritar para poder encontrar y tocar a sus 4 hijos para cerciorarse que todos estaban fuera de la casa rodante.
Kyle, que es un veterano de inteligencia del ejército, Pepper y Krew fueron llevados al hospital en St. George, Utah, pero los enviaron de inmediato a través de Life-Flight a la Unidad Especializada de Quemados en Las Vegas.
Pepper, que fue la que más estuvo expuesta al fuego terminó con quemaduras en más del 80% de su cuerpo. Kade y Emree solo sufrieron heridas menores y su madre únicamente quedó con quemaduras en las manos por ayudar a apagar las llamas que envolvían Pepper.
«Puede hablar de alguien hospitalizado con quemaduras, pero hasta que realmente lo vea, es posible que no se dé cuenta de lo devastador que puede ser», dijo un familiar luego de visitar a Pepper, Krew y Kyle en el hospital.
Después del devastador evento, Kyle y Whitney unieron el rompecabezas de aquella noche y concluyeron que hubo una serie de «milagros» mediante los que se puede explicar cómo sobrevivieron los 6 miembros de la familia.
Milagro 1. La familia se enteró que el abrigo con el que Kyle entró al autobús en llamas era resistente al fuego, por lo que pudo proteger todos sus órganos vitales. El abrigo había sido un regalo de su padre tan solo unas semanas atrás. Si Whitney hubiese entrado, habría sido solo con la camiseta que traía puesta.
Milagro 2. Krew, el más pequeño, llevaba puesta una pijama que lo cubría hasta los pies, que también era resistente al fuego.
California tiene una ley que establece que todas las pijamas con pies para niños deben ser resistentes al fuego.
Milagro 3. Las quemaduras en el cuerpo de Pepper «se detienen justo debajo de las costillas y comienzan de nuevo en las rodillas». Los padres de la niña creen que en el momento del incendio abrazó a su hermano menor para protegerlo y la pijama del niño ayudó para que el fuego no alcanzara sus órganos vitales.
Milagro 4. Whitney apagó el fuego del cuerpo de Pepper con sus propias manos, sin embargo, solo quedó con algunas ampollas.
La familia perdió todo en la explosión, «era su ÚNICO hogar y medio de transporte», explica una de las dos páginas de GoFundMe que fue creada para recibir donaciones y ayudar a la familia en los gastos médicos, que podrían alcanzar el millón de dólares.
En una página de Facebook donde la familia ha compartido cómo la familia se mantiene unida en este difícil momento de recuperación, Whitney escribió el 3 de abril:
«Todo estará bien. ¿Verdad? Dios, estamos confiando en ti. Te lo estamos dando todo, no podemos hacer esto sin ti. Solo estamos avanzando. Guíanos, por favor».
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