Todos los padres saben lo difícil que es equilibrar las obligaciones con sus hijos y entre ellos, y mucho menos mantener la casa ordenada y presentable.
Entonces, cuando Jessa Seewald (nacida Jessa Duggar) estaba teniendo un día difícil y pensó que compartiría sus dificultades para mantenerse al día con las tareas del hogar, asumió que otros padres, y especialmente las mamás, simpatizarían con su difícil situación. Poco sabía ella…
Jessa saltó a la fama por primera vez en el exitoso reality show de TLC 19 Kids and Counting, que relata la extraordinaria vida cotidiana de la familia Duggar en Arkansas, cuyos nombres comienzan con la letra «J». En las buenas y en las malas, mantuvieron su creencia de que la familia es lo primero y que los hijos son un regalo de Dios.
Su cuarta hija, Jessa, nació en 1992, y después de que 19 Kids and Counting terminó en 2015, ella y su hermana mayor, Jill, se convirtieron en el centro de atención de un programa segregado, Counting On. Jessa se casó con Ben Seewald en 2014, y la feliz pareja ha tenido tres hijos desde entonces, incluida la pequeña Ivy Jane, nacida el 26 de mayo de 2019.
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Con niños pequeños y una vida ocupada, Jessa no siempre encuentra el tiempo para limpiar de inmediato. Así que decidió publicar una serie de fotos en su perfil de Instagram para mostrar a sus seguidores lo difícil que es ser una madre y por qué cree que es más importante pasar tiempo con su cónyuge y sus hijos que terminar todos los proyectos en su lista de tareas.
«Esta es la vida real», publicó en Instagram. En la primera foto de Jessa, ella mostró algo que la mayoría de los padres saben bien —los montones de ropa que se acumulan cuando tienes hijos. Afortunadamente, como ella señaló, todo estaba limpio y esperando ser guardado.
Mientras Jessa continuaba su rápido recorrido por la casa sucia, mostró polvo que se había acumulado en la mesa auxiliar, una mancha en las sábanas donde había escupido su bebé Henry, huellas de las manos en el espejo del baño y marcas de bolígrafos en todo el soporte del espejo que su primogénito, Spurgeon, había estado haciendo algunas «obras de arte».
Todo esto parece bastante normal, pero lo que realmente molestaba a algunas personas era una foto de pañales sucios apilados en una habitación. «Estas fueron todas recogidas en las últimas 12 horas», escribió. Muchos usuarios de Instagram respondieron de una manera increíblemente negativa. «Lo del pañal me está matando», dijo uno. «Lo del pañal. Eso es perezoso y repugnante», añadió otro.
Otro usuario fue aún más condenatorio: «El hecho de que hoy seas demasiado perezosa para echar los pañales a la basura es bastante patético para mí. Qué triste que tus hijos se vean obligados a vivir en un corral de cerdos». Toda esta retroalimentación fue acompañada por una saludable dosis de vergüenza para las mamás, con muchas usuarias que compararon la situación de Jessa con la de su madre o la de ellas mismas.
Como escribió otra usuaria: «Trabajaba 60 horas a la semana, criaba a mis hijos por mi cuenta y mi casa estaba ordenada, los pañales sucios se tiraban a la basura, la ropa de cama limpia, etc. […] Creo que esto muestra pereza y detrimento. Yo no publicitaria una casa como ésta».
Pero muchas de las madres enojadas parecían no entender el mensaje que Jessa estaba promoviendo en primer lugar. Aunque no está nada orgullosa de su sucia casa, escribió: » Solo recuerda, cualquier proyecto que estés realizando en tu tiempo y atención hoy, no te olvides de hacer tiempo para la gente a tu alrededor. Estos son los recuerdos que durarán para siempre. ??”.
Para ella, todas estas tareas de limpieza eran importantes, pero no tanto como pasar tiempo con sus hijos: «Unos minutos aquí, pasé abrazando a un bebé quisquilloso. Unos minutos allí, cantando canciones de cuna cuando un niño pequeño se va a dormir. 5 minutos aquí, para leer un libro. 10 minutos, jugando con la imaginación».
En respuesta a todos los que habían criticado sus tareas domésticas, Jessa respondió con calma, explicando que su intención era escribir más en el mensaje original, pero que fue interrumpida por su bebé Henry, que la necesitaba. Un ejemplo perfecto de su filosofía de dar prioridad a los niños junto con una casa limpia.
Jessa explicó que había limpiado la casa pero que quería compartir cómo era antes para que la gente pudiera ver lo que una mamá común y corriente tiene que enfrentar en lugar de una realidad en Photoshop: «Lo dije antes, y lo diré de nuevo: ‘No estoy tratando de mantener una casa limpia frente a la interacción con los niños'».
¡Una respuesta reflexiva a todos aquellos que creen que ella no estaba siendo una mamá de la manera correcta!
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