Un par de gemelas unidas se dirigen a casa con sus padres tras una exitosa cirugía de separación que implicó un complejo procedimiento de seis horas que requirió un total de 17 especialistas en medicina fetal en uno de los mayores hospitales infantiles de Estados Unidos.
Ella y Eliza Fuller nacieron por cesárea programada de sus padres Sandy y Jesse Fuller en el Pabellón para Mujeres del Texas Children’s el 1 de marzo. Las bebés nacieron con 35 semanas de gestación y pesaron aproximadamente 5 libras y 10 onzas (2.5 kilogramos) cada una, según un comunicado del Texas Children’s Hospital. Estaban unidas por el abdomen y compartían los tejidos del hígado.
Una hora después del parto, Ella y Eliza fueron trasladadas a una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de nivel 4, donde pasaron tres meses bajo cuidados expertos como parte del Programa Clínico de Gemelos Unidos del hospital, mientras su equipo se preparaba para la cirugía de separación el 14 de junio. A principios de julio, las gemelas volvieron a casa para conocer a su hermana mayor, Emilia, y empezar una vida feliz y sana como dos bebés separados.
«Desde el principio hasta el final recibimos orientación, información y consuelo», afirma la Sra. Fuller. «Estamos muy agradecidos a Dios por haber puesto a algunos de los mejores médicos y enfermeras en nuestras vidas para dar a nuestras niñas la mejor oportunidad de vivir».
La cirugía de seis horas de las gemelas fue realizada por siete cirujanos, cuatro anestesiólogos, cuatro enfermeras quirúrgicas y dos técnicos quirúrgicos dirigidos por la Dra. Alice King, cirujana pediátrica del Texas Children’s Hospital y profesora adjunta de cirugía de la División de cirugía pediátrica del Baylor College of Medicine. La cirugía se realizó más rápido de lo esperado, según el Dr. Larry Hollier, cirujano jefe del Texas Children’s Hospital y vicepresidente de cirugía del Baylor College of Medicine, debido a la «experiencia, amplia planificación y perfecta colaboración» del equipo.
Después de la cirugía, Ella y Eliza volvieron a la UCIN y se recuperaron rápidamente. Fueron extubadas tres días después, lo que permitió a sus padres sostener a sus bebés por separado por primera vez en sus vidas.
La Sra. Fuller supo por primera vez que esperaba gemelas unidas durante una ecografía de rutina en su segundo trimestre. Fue derivada al Centro fetal del Texas Children’s, donde las pruebas prenatales y las imágenes determinaron que sus bebés podrían ser separadas después del nacimiento.
La Sra. Fuller recibió atención prenatal especializada y el equipo dirigido por la Dra. King realizó simulaciones para el procedimiento, semanas antes de la cirugía de seis horas del 14 de junio.
«Los embarazos de gemelos unidos son increíblemente raros y de muy alto riesgo», dijo la Dra. Roopali Donepudi, especialista en medicina materno-fetal del Pabellón para Mujeres del Texas Children’s y profesora asociada de obstetricia y ginecología del Baylor College of Medicine, quien preparó al equipo de parto antes del nacimiento de las gemelas. «Las pruebas prenatales y el diagnóstico por imágenes… informaron no solo al equipo de trabajo de parto y nacimiento para garantizar que la mamá y los bebés tuvieran el mejor resultado al nacer, sino que también permitieron a nuestros colegas de neonatología y cirugía comenzar a planificar el cuidado de las gemelas mientras aún estaban en el útero».
El Dr. Jonathan Davies, neonatólogo del Texas Children’s Hospital y profesor adjunto de pediatría del Baylor College of Medicine, dijo que cada par de gemelos unidos «plantea desafíos únicos», y Ella y Eliza no fueron la excepción. Sin embargo, su plan de tratamiento personalizado, desde el parto hasta la cirugía y más allá, ha permitido que las bebés alcancen el «hito muy emocionante de poder irse a casa».
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