Las gemelas más longebas de Gran Bretaña, que celebraron su 101º cumpleaños en junio, continúan viéndose semanalmente a pesar de vivir a más de 130 kilómetros de distancia.
Edith Dumbleton y Dorcas Tobin nacieron el 28 de junio de 1920 en su casa familiar de Banbury, Inglaterra. Las hermanas, que no son idénticas, han vivido durante el mandato de 25 primeros ministros y cuatro monarcas.
«Es maravilloso que hayamos llegado a esta edad, porque no conocemos a nadie que se acerque a los 100 años, así que para nosotras ha sido increíble», dijo Edith, que es mayor que Dorcas por 45 minutos. «Seguimos fuertes y hacemos lo mejor que podemos».
Entre las hermanas tienen 5 hijos, 13 nietos y 22 bisnietos.
Según la hija de Edith, Christine Bemand, de 67 años, que actualmente vive con su madre, las hermanas gemelas procedían de un «entorno modesto» y su padre era ingeniero. Desafortunadamente, cuando las gemelas tenían sólo 3 años, su padre falleció.
«Su madre educó los cinco hijos como madre soltera, así que fue una educación frugal que no parece haberles perjudicado», añade Christine.
Las hermanas dejaron la escuela a los 14 años para trabajar en las casas de la familia, haciendo tareas hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial.
«Esa fue su oportunidad para salir adelante y ambas entraron a trabajar en Switch Guard, que fabricaba piezas para municiones», dijo Christine. «A Dorcas no le gustó para nada y se enlistó en el Ejército de Tierra, pero mi madre se quedó en la empresa y fue donde conoció a mi padre después de la guerra».
«Toda mi vida he vivido en Banbury, aparte de cuando estuve en el Ejército de Tierra. Fue una de las mejores épocas de mi vida. Lo disfruté mucho. Uno estaba afuera, al aire libre», dijo Dorcas. «Estando en el Ejército de Tierra, no escuchábamos ningún bombardeo, aparte del que se lanzaba en el canal».
Edith estuvo casada con Frederick durante 50 años, hasta que murió hace 15 años a la edad de 89 años. La pareja tuvo tres hijos juntos: Frederick, Kenneth y Christine.
Por su parte, Dorcas estuvo casada con Horace, un bombero de profesión, durante 33 años. La pareja tuvo dos hijos: Robert y Susan. Horace murió a la edad de 80 años.
Edith y Dorcas vivían en lados opuestos de Banbury y Christine dijo que solía caminar con su madre hasta la casa de Dorcas y jugar con sus primos.
Christine también compartió que las dos hermanas se iban de vacaciones todos los años a Bournemouth con sus esposos hasta hace 30 años, cuando murió Horace, el esposo de Dorcas.
Las gemelas siguieron viviendo cerca, en la misma calle de Banbury, hasta hace ocho años, cuando la salud de Edith empezó a deteriorarse y entonces se mudó con la familia de su hija.
«Está casi ciega y tiene problemas para moverse», dijo Christine.
Según Christine, tanto Dorcas como Edith nunca fueron privilegiadas por las cosas más bonitas de la vida y su alimentación era muy básica, pero las mantenía.
«No era una alimentación rica ni nada por el estilo», dijo Christine. «Sus expectativas en la vida eran realistas, así que no se han visto afectadas por decepciones autoinfligidas en la vida».
Además, gracias a su vida modesta, lograron ahorrar dinero para los días difíciles.
«Estoy muy agradecida porque, aunque hemos tenido una vida modesta, hemos podido disfrutar de muchas cosas a lo largo de ella», afirma Dorcas. «Hemos tenido momentos malos, pero hemos conseguido pasar muchos momentos buenos y disfrutar de nuestras vidas.
«Nunca tuvimos mucho, así que no pudimos perder mucho y eso nos ha dejado bastante libres de estrés».
Haciendo lo mejor que pueden, las dos hermanas se aseguran de pasar tiempo juntas cada semana. A pesar de estar a dos horas de distancia, Dorcas viaja desde Banbury, Oxfordshire, todos los martes para ver a Edith en Leominster, Herefordshire.
«Les encanta verse y les gusta llevarse pequeños regalos, es muy importante para ellas», dice Christine. «Cuando Dorcas viene trae un budín de pan que ha horneado o unos tomates y mi madre siempre quiere ir a comprarle a Dorcas una barra de chocolate».
Las inseparables hermanas también han pasado juntas todos los cumpleaños hasta el cierre del año pasado. Sin embargo, hasta el pasado mes de junio celebraron su aplazada fiesta de 100 años con sus familiares en un salón de Worcestershire.
Admirando el inseparable vínculo que comparten, Christine cree que al ser tan mayores y no tener ya la mayoría de sus amigos, eso les ha convertido en una «banda menguante», lo que, en su opinión, crea esa «cercanía».
Dorcas, que sobrevivió al cáncer junto con su hermana Edith, dice que las dos están muy bien para su edad. Dorcas vive con su hijo, Robert. Tiene un pequeño invernadero y le gusta la jardinería.
«A mamá le sigue gustando la jardinería, que la mantiene activa, y probablemente esté más en forma que yo», dijo Robert, de 71 años.
Las gemelas no mantienen ninguna dieta secreta para la longevidad. Dorcas admite que comen lo que quieren cuando tienen hambre.
Con información del personal de Epoch Times.
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