Las gemelas Erin y Abby Delaney, que nacieron unidas por la cabeza, llamaron la atención del mundo cuando sobrevivieron a la cirugía de separación en 2016. Ahora las alegres gemelas tienen 4 años y se preparan para su próximo gran hito: someterse a una reconstrucción craneal.
Cuando nacieron las gemelas de Riley y Heather Delaney, de Statesville (Carolina del Norte), estaban unidas por la parte superior del cráneo, lo que las convierte en unas raras gemelas unidas «craneopágicas».
Aunque sobrevivieron a innumerables cirugías preliminares y a una gigantesca cirugía de 11 horas en la que intervinieron 30 médicos, las gemelas aún no estaban fuera de peligro; Abby tuvo que lidiar con numerosas complicaciones después de la cirugía, como hemorragias cerebrales y sepsis. Incluso hubo un momento en el que los médicos no esperaban que sobreviviera.
Finalmente, después de meses de atención hospitalaria, las gemelas llegaron a casa a tiempo para el Día de Acción de Gracias de 2017.
Los años pasaron.
En una actualización reciente en Facebook, en la Navidad de 2020, Heather compartió con sus familiares y amigos que Erin empezó a caminar, mientras que Abby aprendió a trepar y a levantarse sola para ponerse de pie. Ambas niñas, que ahora tienen 4 años, también están «trabajando duro en su alimentación» y en sus habilidades sociales.
«Fuimos bendecidas con buena salud este año», escribió la madre.
Ahora, las niñas, sanas y felices, reciben semanalmente terapias físicas, del habla, de alimentación y acuáticas intermitentes; les encanta jugar y pasan mucho tiempo con sus abuelos.
Erin «cree que todo es divertidísimo», dijo su madre Heather a The Epoch Times, mientras que a Abby «le encanta todo lo musical». Las gemelas, con un año de desarrollo, no hablan pero se comunican mediante expresiones y sonidos y están trabajando en el uso de un iPad.
El mes que viene, Erin y Abby volverán al Hospital Infantil de Filadelfia, donde su equipo especializado las operará para preparar la reconstrucción craneal en julio.
«Actualmente las niñas tienen un agujero —Erin del tamaño de una pelota de tenis y Abby del tamaño de mi mano— en el que no hay hueso en la parte superior de sus cabezas desde el lugar en que estaban conectadas», explica Heather en su blog familiar, Our Journey with Conjoined Twins (Nuestro viaje con gemelas unidas). Esta cirugía corregirá eso y dará al cerebro un entorno más «normal» para crecer. También les mantendrá el cerebro más seguro».
Antes de la operación, Heather y Riley le están dando prioridad al tiempo en familia. Riley planea quedarse en Statesville trabajando, mientras que Heather acompañará a las niñas a Filadelfia en abril. Papá las visitará cuando pueda.
En realidad, las dificultades han unido más a la pareja, quienes se conocieron de niños cuando el tío de Riley era pastor de la iglesia de Heather. Su fe compartida les ha dado fuerza.
«Hemos tenido muchos momentos en este viaje en los que los médicos han dicho: ‘No lo sabemos'», explicó ella. «En esos momentos (…) de intenso estrés y preocupación, realmente he tenido que confiar en la fuerza de Dios».
Describiendo su travesía con Abby y Erin como «nada menos que un milagro», Heather aconseja a otras personas que se enfrentan a tales tribulaciones que nunca pierdan la esperanza y, en cambio, disfruten cada segundo.
«Es una montaña rusa, pero vale la pena», reflexiona. «Nuestras niñas tienen una historia increíble que contar y no podemos esperar a que puedan hacerlo».
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