Dos rápido barberos fueron aclamados como héroes después de rescatar a una niña pequeña que deambulaba hacia el intenso tráfico de una carretera principal.
Osvaldo Lugo, de 47 años y originario de Puerto Rico, que ahora reside en Hartford, Connecticut, y es dueño de la barbería LookSharp.
El 10 de abril de 2024, el Sr. Lugo se estaba preparando para «un miércoles común», ya que esperaba el ajetreo habitual de mitad de semana. Sin embargo, él no tenía idea de lo que le esperaba ese día.
Alrededor de las 11:30 a. m., mientras el Sr. Lugo estaba ocupado trabajando con su tercer cliente del día, su colega Rafael Santana miró por la ventana y lo vio —una niña corriendo hacia el centro de la concurrida calle.
Preocupado al ver a la niña sin un adulto, el señor Santana echó un segundo vistazo. Luego rápidamente expresó su preocupación y preguntó por qué un niña no estaba acompañada y estaba jugando en medio de la calle.
Esto impulsó al señor Lugo a echar un vistazo.
«Llevo tres años en esta zona, en el negocio, y nunca había visto a niños jugando en medio de la calle», dijo el Sr. Lugo a The Epoch Times.
Al ver lo rápido que corría la niña, dejó su maquinilla y salió tras ella.
El rápido barbero, recordó haberse dicho a sí mismo: «Asegúrate de correr lo más rápido que puedas. Porque sólo tienes una oportunidad».
Las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad de LookSharp muestran al Sr. Lugo corriendo afuera y al Sr. Santana siguiéndole.
«Una vez que abrí la puerta [de la tienda], lo único que recuerdo es que corri y corri», dijo el Sr. Lugo. «Y sentí que estaba corriendo más rápido que nunca».
Cuando él la agarró «ella se alarmó» y lo miró con desconfianza.
El señor Lugo la tomó en sus brazos y ella empezó a llamar a su madre. El señor Lugo miró a su alrededor, buscando a los padres de la niña.
No pasó mucho tiempo antes de que encontrara a su madre.
«Cuando me vio y nos miramos a los ojos, se dio cuenta de que era su hija en mis brazos», dijo. «Ella me miró avergonzada pero asustada y al mismo tiempo agradecida… [y] me dijo: Gracias«.
Como propietario de un pequeño negocio, el Sr. Lugo se preocupa profundamente no sólo por sus clientes sino también por su comunidad en general.
Muchos aclamaron al barbero como un héroe por su rápida acción, a lo que él dijo: «La palabra héroe es demasiado grande, la responsabilidad detrás de esa palabra, es demasiado grande. Pero lo único que sé es que estoy orgulloso de mí mismo por haberme involucrado».
El barbero sirve en la comunidad de Hartford, —que lo acepta como a un miembro más— a lo largo de los últimos tres años.
«Así que era justo para mí verlos en apuros y hacer lo mismo», dijo. «Estoy agradecido y doy gracias a Dios porque no fue una tragedia».
El barbero, que estuvo en prisión durante 10 años y fue liberado hace seis años, trabaja duro para superarse. Mientras estuvo en prisión, tomó cursos de negocios y psicología y valora la educación que recibió ya que le permitió aprender sobre sí mismo y la mente humana.
«Cambié mis costumbres y ahora Dios me bendijo con un negocio, una casa, una propiedad y una comunidad para servir», dijo.
Ver el vídeo:
(Cortesía de Osvaldo Lugo)
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