Una mujer de avanzada edad estaba almorzando sola en un restaurante el Día del Padre y se sorprendió cuando tres hermanos adolescentes le pidieron acompañarla. Sin embargo, su sorpresa se convirtió en alegría y gratitud cuando descubrió que los hermanos querían conocer su vida, hablar de Dios y difundir un poco de amor.
«Cuando vieron a esta mujer sola en la mesa, no pudieron evitar pensar que esa mujer podía ser la abuela de alguien», dijo la madre de los hermanos, Courtney Hendrix, a The Epoch Times por correo electrónico. «Después de perder a su abuela en febrero de este año, los chicos han pasado algún tiempo pensando en los recuerdos favoritos con ella».
Jaylin, de 18 años, Christian, de 17, y Jordan, de 14, tenían la esperanza de que alguien se acercara a la solitaria abuela en el restaurante Ole Times. Como nadie lo hizo, se encargaron de llenar los tres asientos vacíos de su mesa. Luego se enteraron que el nombre de la mujer es Shelby Garrett, tiene 83 años y se mudó recientemente a la ciudad natal de su familia, Warner Robins, Georgia.
Un cuarto hermano, Tristan, de 9 años, también se unió.
«Al principio parecía un poco sorprendida», recuerda Courtney. «Sin embargo, lo reemplazó rápidamente por gratitud y alegría. Estaba feliz de que se hubieran reunido con ella».
Sin embargo, ni Courtney, enfermera, ni su esposo James Watson, mecánico de aviones, se sorprendieron por el gesto de sus hijos. Courtney afirmó que siempre les han enseñado a sus hijos a tener compasión por los demás.
Los orgullosos padres tomaron fotos de sus hijos con Garrett, e incluso Courtney las compartió en Facebook. «Hablaron sobre el pastel de melocotón y el helado», escribió. «Hablaron de Dios. Ella les preguntó sobre sus vidas y sus metas».
La anciana también se acercó a Courtney y James y les comentó que le encantó sentarse con sus hijos.
El posteo de Courtney se hizo viral, se compartió más miles de veces, llegando finalmente a la familia de Garrett. Dijeron que Garrett era la cuarta de nueve hijos. Después de asumir voluntariamente la responsabilidad de cuidar a sus padres, nunca se casó ni tuvo hijos.
Courtney y su familia nunca esperaron que su historia se hiciera viral, pero están muy contentos por el positivismo que ha generado. Ella espera que otros se inspiren para dedicar un momento de vez en cuando a pensar en otras personas.
Courtney, reflexionando sobre el incidente, dijo que la fe ha enseñado a su familia la importancia de tratar a los demás con amor, respeto y dignidad.
«No tenemos una filosofía cuando se trata de educar a los niños», dijo a The Epoch Times. «Simplemente hemos tratado de educarlos para que sean los mejores seres humanos que puedan ser».
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