Tras el diagnóstico de cáncer en fase 4 de su padre, a una peluquera de la ciudad de Oklahoma se le ocurrió una idea agridulce, ya que su padre se lamentaba por perderse sus futuras nupcias. Así, a pesar de tener 23 años y estar soltera en ese momento, «simuló su boda».
Kevin Roy, padre de tres hijos y exjefe de gestión de seguridad del Hospital Mercy, recibió por primera vez el diagnóstico de carcinoma de células escamosas de garganta y cuello en fase 3 en febrero de 2017. Completó la quimioterapia y la radioterapia, y fue declarado «libre de cáncer» cinco meses después.
«En marzo de 2018, acudió a una colonoscopia rutinaria», dijo la hija de Kevin, Megan Roy, de 27 años, a The Epoch Times. «Descubrieron que su cáncer había regresado y se había extendido por su cuerpo. En ese momento, le dieron entre 8 y 12 meses de vida».
La primera vez que le diagnosticaron el cáncer a Kevin, el oncólogo dijo que había «esperanza», dice Megan, y no temían que pudiera morir. Sin embargo, cuando el cáncer reapareció repentinamente y ya había hecho metástasis, la familia sospechó que esta vez terminaría diferente, dado que no había alternativas de tratamiento para prolongar la vida de Kevin.
Megan recuerda: «Estábamos totalmente agobiados por la tristeza, pero decidimos utilizar sabiamente el tiempo que nos quedaba juntos».
Durante este tiempo, Kevin le confesó a su hermana sus temores, uno de los cuales era que no sobreviviría para ver a su hija casarse. Esta noticia trascendió inmediatamente a Megan. Incapaz de imaginar su día especial sin su padre, quiso hacer algo.
«Empezó como un pequeño plan en el que mi padre y yo bailábamos en el patio trasero y alguien lo grababa para que yo pudiera tenerlo para el día de mi futura boda», explicó Megan. «Luego decidimos hacer algo más (…) cuando la gente empezó a escuchar que estábamos organizando una ‘boda falsa’, todos querían ayudar».
Un fotógrafo, un camarógrafo, una dueña de una floristería, una tienda de vestidos de novia e incluso alguien que ofrecía un local contactaron a Megan. Todos querían donar sus servicios de forma gratuita.
«Cada vez que iba a hablar con [mi padre] al respecto, no podía decir nada», recuerda Megan. «Fue la preparación más dura y emotiva».
Finalmente, la madre de Megan le preguntó a él si estaba de acuerdo con lo que estaban haciendo, y si estaba en condiciones de manejarlo emocionalmente. Kevin aceptó, pero no quiso saber los detalles, lo que hizo que fuera una sorpresa para él.
La familia eligió una fecha a un mes vista, razonando que «cuanto antes mejor».
Según Megan, el día fue simplemente «perfecto».
«Estaba un poco nublado y el sol se asomaba; esto parecía explicar exactamente cómo nos sentíamos todos», dijo. «Aunque el día era finalmente triste, todos nos sentíamos agradecidos, buscando una luz de esperanza en toda la oscuridad que estábamos afrontando».
Cuando llegó la familia y Megan se vistió con su vestido de novia, su madre la acompañó a reunirse con su padre junto a un hermoso estanque al aire libre. Tuvieron su «primera mirada», se abrazaron y lloraron. Megan intentó tranquilizarse a sí misma y a su padre: «Esto es solo una práctica para la boda real. Todavía podrías estar aquí».
La pareja caminó por el recinto y por el pasillo como si se tratara de una ceremonia. Luego, toda la familia unió sus manos y rezó por un milagro. Megan eligió una canción de James Taylor para el baile padre-hija, con una letra muy apropiada:
Tú solo grita mi nombre,
y sabes que, dondequiera que esté,
vendré corriendo
para volver a verte.
Invierno, primavera, verano u otoño,
Todo lo que tienes que hacer es llamar,
Y estaré allí, sí, lo haré,
tienes un amigo.
«Después de los bailes, descorchamos una botella de champán, nos tomamos un montón de fotos y disfrutamos del tiempo con nuestra familia», dijo Megan. «Mi padre me dio las gracias por haber organizado nuestro día especial: ‘Me alegra mucho que podamos hacer esto. No ha sido fácil, pero estoy agradecido por esto. Fue perfecto’, dijo».
En ese momento, Megan dijo que no importaba nada más que él y ella.
Sin embargo, a pesar de sentirse bien en el evento, al poco tiempo la salud de Kevin empezó a deteriorarse rápidamente. El cáncer llegó a su cerebro y tuvo que ingresar al hospital. A pesar de su dolor, Megan agradeció que la simulación de su boda se hubiese realizado tan pronto.
La familia de Kevin lo acompañó durante dos semanas en el hospital, poniendo música, viendo películas del Oeste, reviviendo recuerdos y preparándose para despedirse. Tras saber que a Kevin no le quedaba mucho tiempo, el editor de videos de la boda se quedó trabajó hasta la noche para terminar el video del hermoso día de Megan.
«Me senté con mi padre una tarde, un par de días antes de que falleciera, y pude compartir el video con él», dijo Megan. «Le escribí una carta que el editor de videos puso como narración en el video. Nos sentamos con lágrimas en los ojos, viendo y reviviendo nuestro mejor día».
Kevin, que se casó y tuvo tres hijos con su novia de la escuela secundaria, falleció justo antes de cumplir 60 años. Era un hombre de corazón tierno, dijo su hija, que adoraba la jardinería, el golf, la música, su trabajo y jugar con sus nietos.
«Todos estábamos a su alrededor cuando dejó la Tierra y se deslizó hacia el Cielo», dijo. «Por mucho que nos rompiera el corazón, estábamos agradecidos de poder estar con él y tener la oportunidad de decirle lo mucho que le queríamos por última vez (…) Doy gracias a Dios a diario por ser el hombre que Dios me dio como padre en la Tierra».
Además, Megan también está agradecida por haber podido pasar 24 años con su padre. Aunque admite que su relación no fue perfecta, pero sí especial.
Un año después de la muerte de su padre, Megan conoció a su «mejor amigo», Andrew Dolman. La pareja se casó de verdad el 23 de octubre. El hermano mayor de Megan la llevó al altar y su otro hermano presidió la ceremonia.
«Sé que es exactamente lo que mi padre hubiera querido», dijo.
Megan espera que su agridulce experiencia ayude a otros a reconocer que la vida es corta.
«Aprovechen cada día», dijo. «Llamen a sus abuelos, abracen a su mamá, bailen con su papá y sean amables con los demás».
«Mi padre nos dijo antes de morir que no había que arrepentirse; yo también me esfuerzo por vivir mi vida así».
Vea las emotivas imágenes de la simulación de la boda de Megan con su padre en el video:
(Cortesía de Megan Roy)
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