Una conmovedora historia que ha dado la vuelta al mundo, es perfecta para recordarle a todos los padres que los niños no necesitan cosas. Los niños necesitan padres que pasen tiempo con ellos.
Un hombre regresó tarde a casa después de un largo día de trabajo solo para encontrar a su hijo esperándolo en la puerta.
Su hijo dijo: «Papá, ¿puedo hacerte una pregunta?».
«Sí, claro, ¿qué es?», respondió el padre.
«Papá, ¿cuánto dinero ganas por hora?», preguntó el niño.
El padre se puso furioso. «¿Por qué preguntas tal cosa? ¡Eso no es asunto tuyo!».
El niño rogó: «Por favor dime…. ¡Solo quiero saber cuánto ganas por una hora!».
«Si quieres saber, gano 20 dólares por hora», dijo el padre.
El niño bajó la cabeza y murmuró: «Ohh». Luego, levantó la vista y lanzó otra pregunta: «Papá, por favor, ¿me prestas 10 dólares?»
El padre estaba enojado con su hijo. «Si querías saber cuánto gano para pedirme dinero prestado y comprar algunos juguetes tontos, entonces simplemente debes caminar directamente a tu habitación e ir a la cama», le respondió bruscamente al niño.
«Reflexiona sobre tus actos. Piensa por qué estás siendo tan egoísta. Trabajo mucho, muchas horas al día y no tengo tiempo para tus juegos infantiles», continuó el papá.
Al escuchar esto, el niño silenciosamente fue a su habitación y cerró la puerta.
El padre se enojó aún más cuando se sentó a reflexionar sobre el interrogatorio de su hijo. «¿Cómo se atreve a hacer semejante pregunta?».
Pasó una hora y el padre comenzó a calmarse y lamentó haber sido demasiado duro con su hijo.
«¿Tal vez realmente necesitaba comprar algo con esos 10 dólares? Además, rara vez me pide dinero», pensó.
Entonces, el padre fue a la habitación del niño y le preguntó: «¿Estás dormido, hijo?».
«No, papá. Todavía estoy despierto», respondió el niño.
«He estado pensando, tal vez fui demasiado duro contigo hace un momento», dijo el padre en tono de disculpa. «Ha sido un largo día de trabajo y he dirigido mi frustración hacia ti. Aquí están los 10 dólares que querías».
El chico inmediatamente se sentó derecho y dijo sonriente: «¡Gracias papi!». Luego, sacó unos billetes arrugados escondidos debajo de su almohada.
El padre se enojó de nuevo cuando vio que su hijo ya tenía dinero.
El chico contó su dinero lentamente, y cuando terminó miró a su padre…
«¿Por qué pediste más dinero si ya tienes algo?», preguntó el padre descontento.
«Porque no tenía suficiente dinero… pero ahora tengo suficiente», dijo el niño inocentemente. «Papá, ahora que tengo 20 dólares, ¿puedo comprar una hora de tu tiempo? Por favor, ven a casa temprano mañana para que podamos cenar juntos».
El padre fue totalmente aplastado por la sincera petición de su hijo. Con remordimiento, colocó sus brazos alrededor del niño y le suplicó perdón.
Esta historia puede ser solo una obra de ficción, ¡pero es muy fiel a lo que pasa en la vida real!
Según Dailymail, un estudio encargado por Huggies Little Swimmers, pasar demasiado tiempo en el trabajo cuando los hijos de uno son pequeños es el mayor remordimiento de los padres. El 63 por ciento de los 2000 padres encuestados deseaba haber participado en más actividades con su hijo.
Por lo tanto, ¡vive la vida sin remordimientos y reserva tiempo para tu hijo todos los días!
No importa cuán agitada sea tu vida, ten en cuenta que el dinero no puede comprar el tiempo con tu hijo. Deja que tus hijos sepan lo valiosos que son para ti, no consintiéndolos con dinero o regalos, sino a través de un compromiso de tiempo.
Estos papás decidieron apoyar a su hijo que está pasando por una situación de acoso escolar, y demostrarle que es muy importante para su familia
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