A un enfermo terminal le fue concedido su último deseo cuando los paramédicos lo escucharon hablar de su amada esposa de hace 60 años. La pareja llevaba casi dos meses separada por la enfermedad, dado que su esposa estaba recibiendo tratamiento en una residencia cercana.
Los paramédicos tomaron la decisión de cambiar de dirección mientras regresaban del hospital, permitiendo que el anciano australiano tomara la mano de su esposa por última vez.
Danny Rowland, paciente de cáncer, estaba siendo trasladado por tres paramédicos —Allan, Samantha y Joshua— a su casa de Torbanlea, en la región de la Costa de Fraser, en Queensland, después de haber sido hospitalizado, dado que su equipo médico en casa tuvo algunas complicaciones. Sospechando que su final estaba cerca, Danny habló de su esposa, Shirley, a su hijo Ricky en la parte trasera de la ambulancia, reportó 7 News.
«Enfrentando el final de su batalla contra el cáncer, el valiente Danny se tranquilizó con el hecho de que se marcharía en sus términos; en su propia casa de Torbanlea y rodeado de su familia», compartió el Servicio de Ambulancias de Queensland (QAS) en Facebook. «Sin embargo, había una pieza que faltaba (…) Shirley».
El QAS dijo que el estoico paciente ya había aceptado que «una conversación de hace meses» podría haber sido su última oportunidad de hablar con su pareja de seis décadas. Pero para Allan, Samantha y Joshua, pensaron diferente.
La residencia de Shirley estaba a un paso de su ruta hacia Torbanlea, así que los paramédicos pidieron permiso para hacer una parada rápida. El personal llevó la cama de Shirley a la entrada de la residencia para que descansara junto a su marido, permitendo que Danny y Shirley pasaran unos valiosos momentos juntos.
Tomaron fotos de la pareja, cogidos de la mano. Danny falleció en su casa días después, habiendo cumplido su último deseo.
«Realmente creo que papá estaba resistiendo para dar ese último adiós a mamá», dijo Ricky a 7 News, añadiendo que las últimas palabras de su padre a su alma gemela fueron: «Oh, bueno Shirl, te veré más tarde. Y si no lo hago, solo debes saber que siempre te amaré».
La conmovedora historia se compartió en Facebook y, desde entonces, ha obtenido más de 15,000 reacciones, recibiendo sinceros comentarios. Muchos internautas felicitaron a Danny y a Shirley por su amor duradero, mientras que otros elogiaron a los paramédicos por haber tenido el valor de reunirlos por última vez.
En un comentario, una persona consideró a los paramédicos como «superhéroes» y añadió: «Gracias por ser tan humanos con este anciano y su esposa».
«¡Qué hermoso acto de bondad y compasión!», añadió otro. «Fueron mucho más allá de su deber».
El 5 de julio, Ricky y su hermana, Karen Bellert, visitaron a los paramédicos en la estación de ambulancias de Maryborough para agradecerles. «Toda la familia está muy agradecida», dijo Ricky. «Significó mucho para ellos tener ese último momento juntos».
QAS escribió: «Una pieza que faltaba poner en su sitio gracias a un acto de compasión, paciencia y humanidad».
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