Hombre autodidacta construye su propio auto deportivo con chatarra y luce increíble

Por Anna Mason
24 de agosto de 2023 4:09 PM Actualizado: 24 de agosto de 2023 4:09 PM

Un joven de Ghana consiguió construirse un automóvil totalmente funcional partiendo de cero.

Kelvin Odartei Cruikshank, de 21 años, siempre soñó con ser piloto de carreras. Comenzó su proyecto de construcción de automóviles de bricolaje en 2017 sin ningún tipo de formación formal ni recursos adecuados, en su lugar reunía chatarra que luego vendía para recaudar fondos.

No tener acceso a un garaje, dinero o herramientas no impidió al Sr. Cruikshank alcanzar su sueño de tener un automóvil deportivo. Utilizó su ingenio y talento para construir su propio modelo de coche con rasgos de delfín.

Aunque no es licenciado en ingeniería mecánica, Cruikshank declaró a The Epoch Times que tiene «intuición» para la mecánica y que aprendió a construir su prototipo investigando por su cuenta. El resultado es un modelo de color azul brillante —el Kelsus P1— que incluye un velocímetro que funciona, un indicador de RPM, puertas deportivas de ala de gaviota e incluso una insignia personalizada, por no hablar de su «aleta dorsal» y su «espiráculo».

El coche Kelsus P1 construido por Kelvin Odartei Cruikshank totalmente desde cero. (Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
Kelvin Odartei Cruickshank. (Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)

Por el camino, el joven y audaz empresario, que vive en la capital, Accra, llamó la atención de otras personas, y un tapicero, un electricista y un técnico de pintura de automóviles locales se ofrecieron a ayudarle. Han pasado cinco años desde que empezó, y el Sr. Cruikshank está encantado con su creación.

«Siempre me ha interesado construir máquinas», dice. «Empecé construyendo maquetas de coches de juguete y participé en algunos concursos locales. Siempre me emociono cuando veo un deportivo, de ahí que me propusiera construir mi propio prototipo».

Poco a poco, aceptando varios trabajos a tiempo parcial, el Sr. Cruikshank consiguió suficiente dinero para comprar piezas de coches de segunda mano. Recorría distintos lugares en busca de las mejores ofertas, al tiempo que reunía chatarra para vender. Sin embargo, el acceso limitado a financiación, máquinas de soldar, piezas de automóvil y un espacio de trabajo adecuado le dificultaron hacer progresos significativos.

«Tuve que desplazarme a cada esquina o pequeño espacio que encontraba para construir mi automóvil», afirma.

(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)

Fue un proceso lento y difícil, pero con el tiempo su máquina empezó a tomar forma, y pronto empezó a ver la transformación de su sueño en «una realidad tangible».

Basado en las características y los rasgos de un delfín, el coche tiene una forma aerodinámica con una «aleta dorsal» en la parte superior. Un «respiradero» en la parte delantera del capó permite que el aire frío refrigere el motor. El motor es el de una motocicleta, para el que ahorró mucho dinero. El Kelsus también cuenta con luces interiores LED, Bluetooth integrado para reproducir música y la opción de pulsar para arrancar el motor.

«Esto es solo un prototipo», afirma este ambicioso ghanés, que explica cómo ha conseguido reunir un equipo con el objetivo de avanzar hacia los estándares internacionales de fabricación.

(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)

No hace falta decir que la familia y los amigos de Cruikshank están inmensamente orgullosos de él.

No solo ha participado en una exposición pública, sino que su proyecto ha atraído la atención mundial, y el Sr. Cruikshank ha recibido ofertas de becas. Además de llevar su coche al siguiente nivel y trabajar en el desarrollo de otros productos con un enfoque renovable, tiene previsto estudiar una carrera de ingeniería.

«Mis amigos y mi familia se alegraron y sintieron orgullosos al ver que mi duro trabajo y mi dedicación dieron como resultado este prototipo. El reconocimiento y aprecio que he recibido de medios de comunicación creíbles, además del apoyo de personas de todo el mundo, les ha sorprendido mucho», afirma.

(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)
(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)

Sus esfuerzos suscitaron cierto escepticismo, pero Cruikshank dice que no le prestó atención.

«El escepticismo es común en todas las facetas de la vida, y yo, que procedo de un país en desarrollo, tenía mis críticos. En lugar de escuchar sus opiniones e ideas, centré mi mente en direcciones positivas», afirma.

La mayor lección que aprendió del proceso fue la importancia no solo de la disciplina, sino del trabajo en equipo:

«Se necesita un equipo para construir algo con éxito», afirma. «A lo largo del camino, recibí asistencia y ayuda de personas clave que vieron la visión y me apoyaron de una forma u otra. Siempre que persigas tus pasiones surgirán obstáculos. Sé paciente y persistente y las cosas se resolverán a su debido tiempo. Yo salí adelante con fe, fuerza de voluntad, determinación y trabajo duro».

(Cortesía de Kelvin Odartei Cruikshank)

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