Un hombre atormentado por el recuerdo de haber encontrado una bebé recién nacida abandonada, buscó durante décadas encontrarla. Dave Hickman citó la gracia de Dios por alinear donde debía estar para la bebé ese día en 1955, estaba cazando con su abuelo en el sur de Indiana. Encontrar la bebé cambió su vida.
Plagado por el misterio de saber cual fue el destino de la niña, la búsqueda de Dave abarcó 58 años. Pero después de un último intento de encontrarla, la pareja finalmente se reunió en mayo de 2014.
Coincidentemente, Dave tenía 14 años cuando encontró a la niña. «Estaba cazando con mi abuelo», recordó Dave, hablando con CBS This Morning. «Seguía oyendo un sonido muy extraño. No era el sonido de un bebé llorando, era más bien un suave arrullo». Le resultó imposible ignorar el sonido, así que fue a investigar.
«Me puse encima de la cerca», continuó. «Miré hacia abajo y había un pequeño bebé. Estaba empapada. Sus labios estaban azules». El bebé estaba envuelto solo en una toalla, continuó Dave emocionado y el dúo de cazadores abandonó rápidamente su salida para alertar a las autoridades.
La recién nacida fue tratada en un hospital local donde el personal la llamó Roseann Wayne. «Me la entregaron», comentó Dave, recordando que el hospital le permitió un momento para despedirse unas semanas después. «Dijeron: ‘La adoptarán la semana que viene'».
Sucedió. Roseann se convirtió en Mary Ellen Suey y su familia adoptiva se trasladó a California. Pero Dave no sabía nada de esto y a medida que crecía, el misterio permanecía en su mente.
A punto de rendirse, Dave se puso en contacto con el Sheriff retirado del Condado de Wayne, John Catey, en diciembre de 2013. Dave «quería saber si podía encontrar a la chica que había encontrado en el bosque», aseguró John. Según el Daily Mail, entonces él lo convirtió en una misión personal.
El sheriff retirado llamó a Dave, dentro de esas dos semanas, había conseguido un nombre y un número. «¿Quién es esa?» Preguntó Dave. «Esa es tu niña», contestó John. Dave se armó de valor para llamarla y al saber de su salvador, Mary estaba encantada. Siempre se preguntó sobre la identidad del adolescente que probablemente le salvó la vida.
«Lo llamo mi héroe aquí en la Tierra», afirmó Mary a CBS, «Porque si no hubiera sido por Dave, no estaría aquí ahora mismo». Cincuenta y ocho años después de su primera reunión, los dos se reunieron en medio de una emotiva reunión de 50 familiares y amigos con cámaras. La conexión entre ellos fue inmediata.
«Es como si Dave fuera mi hermano mayor», sonrió Mary.
Dave le entregó a Mary tres rosas, una que representaba cada vez que sus caminos se cruzaban. «La primera rosa es para una pequeña niña que Dios nos llevó a mi abuelo y a mí a encontrar en el bosque», compartió.
«La segundo es para la pequeña niña llamada Roseann Wayne que dos ángeles me trajeron para despedirme cuando estaba en la escuela», continuó. «La tercera rosa es para hoy y para una dama muy especial que fue salvada por la mano de Dios, Mary Ellen Suey». No había nadie que no derramara lágrimas en la habitación.
Mary no alberga resentimiento hacia sus padres biológicos. Más bien, está agradecida por la vida feliz que ha vivido gracias a Dave, su abuelo y sus buenas acciones. «Ahora sé que hay un final feliz», añadió Dave, en agradecimiento.
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Niña pequeña con emociones fuertes
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