Ser amable es un valor social fundado en el respeto, el afecto y la benevolencia con la que nos dirigimos hacia las demás personas, y Erick Haralson, que comía en un McDonald’s cuando fue testigo de cómo un grupo de adolescentes ignoraba a una anciana, dio una buena lección al respecto.
Aunque los adolescentes no se burlaban ni acosaban a la mujer, sus preguntas educadas queriendo iniciar una conversación fueron respondidas de forma bastante escueta. En lugar de interactuar con ella, el grupo dejó claro que no estaba allí para entretener a una solitaria mujer mayor.
Después de presenciar eso, Erick sabía que podía hacerlo mejor. Así que cuando ella le preguntó si podía sentarse con él, de inmediato accedió a compartir su mesa. Otro cliente no pudo evitar tomar una foto a hurtadillas cuando observó lo dulce que era la interacción.
Amanda Craft, una profesora de la localidad que se encontraba comiendo con un grupo de amigos, escribió unas frases junto a la foto que publicó en las redes sociales.
«La anciana se le acercó y le preguntó si podía sentarse con él. Sin dudarlo, este tipo dijo ‘por supuesto’. Mis amigos y yo los vimos presentarse y darse la mano. Hablaron y se rieron juntos como si fueran amigos».
El momento se volvió viral cuando los usuarios de las redes sociales de todo el mundo expresaron su alegría por el poder de la bondad. La foto de Amanda, que mostraba al joven Erick de 28 años sonriendo mientras charlaba con la mujer, revelaba con claridad a una pareja que miraba más allá de los estereotipos típicos de la piel, como si ambos se conocieran de antes y hubieran forjado una verdadera amistad.
La mujer, que se presentó a Erick como Jan, no mencionó muchos detalles de su vida, pero parecía encantada de saber sobre la novia del joven y sus hijos, según le dijo Erick a Good Morning América. El obvio interés por su vida y por la gente que le hacía feliz, evidenciaba que, tal vez, todo lo que ella necesitaba era alguien con quien hablar.
Erick le dijo a Good Morning América que uno de los niños tenía un moño de hombre y ella estaba muy intrigada por él y le preguntó qué le hizo idear ese peinado. Más tarde, el joven le dijo que quizás no le tomaron interés, y ella preguntó: «¿Qué? ¿Los asusté?», a lo que Erick contestó: «Supongo que sí».
Los dos hablaron durante unos 45 minutos antes de intercambiar números, con la esperanza de mantenerse en contacto más adelante. El intercambio dio una idea del tipo de persona que era Jan y después del encuentro, Erick dijo que «ella te dirá exactamente cómo se siente y no tiene problemas para ser extrovertida».
Según Erick, «fue refrescante ver un intercambio tan amable entre dos extraños. Este momento tan especial, amable y emotivo, pareció tocar a un montón de personas debido a la gran amabilidad que se mostró. No es fácil de encontrar una persona amable y cuando lo haces, se convierte en un momento tan especial que toca el corazón de todos. ‘Creo que lo que la gente tiene hambre de ver, es la amabilidad de los demás'», dijo Amanda a Good Morning América.
Después, Erick se acercó a Jan para decirle cuánta gente había reaccionado a su encuentro. Pero tras mostrar con su acción lo buena persona que es, él no se detuvo ahí. Si ella vuelve a contactarlo, él planea de nuevo invitarla a desayunar. «No sé si tiene a alguien más en su vida y quiero estar con ella tanto como pueda», insistió.
El poder de la bondad no tiene por qué ser un gran gesto, ¡eso está claro!
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