Un joven abogado con un raro trastorno progresivo se esfuerza por dar lo mejor de sí mismo mientras su cuerpo enfermo se va «encajando en un segundo esqueleto».
A pesar de su incurable condición debilitante, está inspirando a otros a mantenerse firmes en su fe y a nunca rendirse.
Conozca a Ollie Collins, cuyo lema es: «Es difícil, pero es posible».
Cuando tenía 18 meses, a Collins, de Brisbane, Australia, le diagnosticaron Fibrodisplasia Osificante Progresiva (FOP), un raro trastorno neuromuscular que genera un desarrollo anormal del tejido conectivo, causando limitación en los movimientos y mucho dolor, y en las peores situaciones, los pacientes pueden quedar postrados en la cama.
Collins trabaja como abogado en uno de los principales bufetes de Brisbane y no deja que su diagnóstico de FOP le impida llevar una vida feliz.
«Esta enfermedad hace que mis músculos, tendones y ligamentos se conviertan en hueso, y que crezca hueso sobre otro hueso y a lo largo de las articulaciones», escribió en un relato personal publicado en Love What Matters.
«Me niego a rendirme. Sigo luchando (…) para elevar la vara de mí mismo y seguir rompiendo las metas que me propongo».
Collins, cuya condición ha empeorado en los últimos años, está decidido a mantenerse fuerte. Como defensor de la discapacidad, promueve que se reconozca y se ayude a las personas con necesidades especiales en los lugares de trabajo.
Está agradecido con su empleador por haberle proporcionado adaptaciones que le han permitido seguir trabajando a pesar del deterioro de su condición, incluyendo trabajar a distancia desde casa.
«A menudo se le considera a la discapacidad como algo inferior o como una carga. El hecho es que somos más parecidos que diferentes», escribió. «Siento una gran sensación de logro cada día porque tengo un empleo y sigo trabajando a tiempo completo a pesar de mi deterioro físico».
Además de su trabajo a tiempo completo, Collins también ayuda a una red de abogados con discapacidades.
«Juntos pretendemos promover una mayor participación de las personas con discapacidad en el derecho y motivar a las futuras generaciones de personas con discapacidad para que intenten ejercer el derecho», escribió.
«Es muy emocionante ver cómo surgen iniciativas como ésta, y me entusiasma ver lo que podemos hacer».
A nivel personal, Collins dijo que tiene sus propios «desafíos únicos», y para afrontar sus aspectos negativos recuerda apreciar las pequeñas «victorias diarias».
Recientemente, Collins tuvo que volver a aprender a comer debido a un crecimiento óseo que limitó los movimientos de su mandíbula. Dice que le resulta embarazoso comer en público, pero sus colegas han sido más que amables, diciéndole que no notan cuando tuerce o derrama la comida.
«Aunque estoy seguro que no es cierto», dice, «también han dicho que prefieren que esté allí a que no esté».
Sin embargo, a pesar de sentirse un poco cohibido algunas veces, el diligente abogado no tiene miedo de esforzarse.
Cuando era niño, Ollie adoptaba una actitud optimista gracias la motivación de sus padres. Hacía deporte, montaba en bicicleta y practicaba buceo y esquí.
Desafortunadamente, a medida que su enfermedad ha ido avanzando, cada vez tiene menos capacidad para realizar tantas actividades físicas. Pero dice que hacer estas cosas en su niñez hizo una gran diferencia en su visión de la vida.
«Tenemos que tener fe en nosotros mismos y en nuestros amigos, familiares y seres queridos», escribió.
«Creo que algunas veces las personas con discapacidades se quedan atrapadas en sus propias cabezas y en sus propios problemas».
Utilizando su propia capacidad de recuperación y su visión optimista de la vida, Collins espera animar a otras personas con discapacidades.
«Sé que hay otras personas con discapacidades que pasan por experiencias similares a ésta», escribió a Love What Matters. «Por favor, recuerden: ¡pueden hacerlo! Es difícil, sí, pero es posible».
A través de su página de Instagram, @imolliecollins, Ollie también comparte mensajes de ánimo para aquellos que buscan un poco de inspiración.
Cuando decidimos salir y vivir, nos arriesgamos y a veces nos caemos», escribió. «¡Pero tenemos que levantarnos, sacudirnos y seguir viviendo!».
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