Un paramédico que recibió un diagnóstico con un extraño cáncer y solo 6 a 12 meses de vida, tenía dos puntos principales en su lista de deseos: casarse con el amor de su vida y recaudar suficiente dinero para evitar que ella tuviera que afrontar sola los pagos de la hipoteca de su nueva casa.
Gabriel Vivas, de 30 años, ya había superado un cáncer testicular. Sin embargo, cuando le diagnosticaron sarcoma de Ewing/tumores neuroectodérmicos primitivos periféricos (PNET), un extraño cáncer óseo neuropático, comprendió rápidamente sus prioridades en la vida. El 15 de julio, Gabriel y su novia, Natalie Sturgeon, de 25 años, dijeron «sí acepto» en una ceremonia privada en Staten Island, acompañados por familiares y amigos cercanos.
En una entrevista con The Epoch Times por correo electrónico, Gabriel describió a su esposa como alguien «de mente fuerte, divertida y muy inteligente (…) Sinceramente, está fuera de mi alcance», admitió, «¡así que tuve mucha suerte!».
Una amiga de la familia, Amanda Dasaro, reunió a una multitud de habitantes de Staten Island para organizar la boda de ensueño de la pareja en tan solo una semana, reportó SILive. La ceremonia, financiada completamente por donaciones en tiempo, dinero y servicios, se realizó en The Stone House, en el parque Clove Lakes.
Todas las miradas se dirigieron a Gabriel mientras caminaba por el pasillo con la ayuda de un bastón y un maletín en su mano libre que contenía el anillo de boda de Natalie. Su despampanante novia lo siguió, encontrándose con Gabriel en el altar.
Natalie afirmó que siempre pensó que su boda sería una «característica de cualquier relación que tuviera en ese momento». Sus votos compartidos con Gabriel fueron exactamente eso. Fue «más que una boda», reflexionó, «es una muestra de apoyo para él».
Admirando los esfuerzos de sus seres queridos, Gabriel dijo que utilizó cada gramo de fuerza que tenía para bailar, divertirse y casarse con la mujer de sus sueños. «Estábamos bien con una boda en el patio trasero», dijo a The Epoch Times, «pero la gente realmente nos dio un sueño para recordar».
Al ver la contribución y el esfuerzo de todos, Gabriel dijo que estaba «sorprendido» y «agradecido».
Los recién casados renunciaron a una luna de miel; Gabriel recibió un tratamiento de quimioterapia no mucho después de sus votos. Una campaña en GoFundMe está recaudando fondos para el viaje de Gabriel y el futuro de Natalie, pero a pesar de sus dificultades, la pareja se mantiene positiva.
«Espero que todo el mundo, independientemente de la batalla que esté librando, con cáncer o sin él, [sepa] que está bien tener miedo y esperar lo desconocido», dijo Gabriel, «pero hay que tener paciencia y mantener las esperanzas (…) se han hecho milagros y sin ninguna explicación».
Natalie, nacida en California, se trasladó a Nueva York para estudiar medicina, pero se convirtió en paramédico antes de matricularse en la escuela de enfermería. La pareja se conoció en el trabajo, y Gabriel, nacido y criado en Brooklyn, quedó cautivado por el buen sentido del humor de Natalie.
Después de un año de amistad, Natalie sugirió que dieran el siguiente paso durante un viaje a Disney World. Gabriel decidió esperar una semana para responder.
También estuvo presente cuando Natalie perdió a su mamá por un cáncer.
«Ella ya lidió con esto una vez, y yo no quiero terminar nuestro sueño de vida tan pronto», reflexionó. «Quería envejecer con ella. Tiene a su padre a su lado, pero al menos sé que tiene una nueva y enorme familia que la apoyará si muero antes de lo previsto».
Gabriel era un hombre sano, trabajador, social y enfocado en la familia antes de su diagnóstico, y afirma que su vida a los 30 años era «lo que yo diría que la gente se esfuerza por lograr la mayor parte de su vida».
Hoy, ya no puede caminar ni correr, tiene problemas para comer y perdió la fuerza para las actividades cotidianas. Sin embargo, aunque sabe que su familia y sus amigos esconden sus temores esperando un milagro, él no siente más que amor por todos lados.
El amor de Natalie, y su valiente mentalidad, le han dado a Gabriel la fuerza mental que él considera crucial para su continua batalla. «Ella es la razón por la que me esmero en esforzarme, me ayuda cuando estoy deprimido», dijo Gabriel.
«Sigo aquí y luchando por mi vida», dijo. «Nadie en este mundo está nunca solo. Solo quiero vivir mucho tiempo para ayudar a más personas necesitadas y pasar más tiempo con mi nueva esposa. Ella es el mundo para mí».
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