Después que las tormentas desencadenaran un grupo de tornados que arrasaron el oeste de Kentucky a última hora del viernes 10 de diciembre, dejando un rastro de devastación a su paso, Mayfield, una ciudad de unos 10,000 habitantes, fue una de las zonas más afectadas.
Pero aunque los inimaginables daños han dejado varias partes de la ciudad irreconocibles, la comunidad se mantiene unida.
Los residentes locales —e incluso algunos de fuera de la ciudad— están suministrando alimentos que tanto necesitan los afectados por el desastre.
Jimmy Finch, de Tennessee, enganchó su enorme asador a su camioneta y condujo durante una hora y 45 minutos desde Clarksville para ayudar como mejor sabe.
Él ha estado asando perritos calientes, pollo y hamburguesas para cientos de residentes en este momento de necesidad.
«Solo vine aquí tratando de alimentar a la gente», dijo Finch a la emisora local WLWT. » Todos dicen que están enviando oraciones y, ya sabe, sus buenos deseos y todo. La gente no puede comer ninguna oración. Hay que ponerles algo en el estómago, darles algo a que aferrarse».
Sus comidas, que tanto necesitan, se ofrecen de forma gratuita, aunque las donaciones se destinan a la compra de más alimentos para mantener el esfuerzo.
Por su parte, Rhonda Moss-Leavell, nativa de Mayfield, cuya familia es propietaria de un camión de comida local, se asoció con Finch para ofrecer ayuda en medio del desastre. Dijo que fue sorprendente que su camión de comida se salvara de la tormenta.
«Todo a su alrededor quedó afectado, pero el camión de comida se mantuvo en pie», dijo Moss-Leavell al medio de comunicación. «Dios tenía un propósito para este camión de comida. Y lo estamos usando como ven hoy».
El propietario del camión de comida, Anthony LaMar Mors-El, ofreció esperanza en las redes sociales publicando el esfuerzo de ayuda en Facebook, con el mensaje:
«¡Hoy pudimos alimentar a cientos de personas! Serviremos el desayuno por la mañana. Gracias a toda la gente que está ayudando. Tenemos comida y bebidas gratis para cualquiera que tenga hambre. Vengan a vernos mañana en el nivel superior del camión de comida y golosinas».
Con un largo proceso de limpieza por delante, la escena es irreal y difícil de procesar para Moss-Leavell.
«Dijeron que la vida iba a cambiar. Y no mintieron», dijo a la emisora. «Todo lo que podía sentir era mi familia. Todo lo que podía pensar era que no podía ayudarles. No podía ayudarles. Lo único que podía hacer era rezar».
Afortunadamente, esas personas lograron salir sanos y salvos y el domingo estuvieron contribuyendo a la limpieza y ofreciendo comidas gratuitas en un frío día de diciembre.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dijo que se cree que 70 personas pudieron haber muerto a causa de los tornados solo en el estado, y calificó el desastre como «una de las noches más duras de la historia de Kentucky».
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