La compra de un sofá usado en un tienda de segunda mano llevó a Howard Kirby a un increíble descubrimiento. Después de comprarlo Kirby y su hija sintieron que algo no estaba bien dentro de uno de los cojines.
Al abrir el cojín, encontraron varias pilas de billetes de 100 dólares, que sumaban más de 43,000 dólares. «Todavía tengo que pellizcarme para asegurarme de que no estoy soñando o algo así», dijo Kirby a WNEM. Kirby vive con un ingreso fijo y su casa necesita serias reparaciones, así este que parecía un sueño hecho realidad.
«Todo pasó por mi mente: Ahora puedo pagar la casa, puedo poner un techo en mi casa, y puedo retirarme bien y todo eso» dijo a WJRT. Un abogado le dijo a Kirby que legalmente podría quedarse con el dinero, pero su fe lo llevó a una decisión diferente. «Jesús se lo devolvería al propietario legítimo», compartió.
Una vez que Kirby decidió hacer lo que consideraba correcto, contactó al gerente de la tienda de segunda mano Saginaw-Shiawassee Habitat for Humanity, y lograron localizar a la persona que había donado el sofá, Kim Fauth-Newberry, cuyo abuelo era el propietario original.
Para la familia Fauth-Newberry, toda la historia fue «una locura», como dijo Kim. Kirby y los Fauth-Newberrys han desarrollado desde entonces una cercana relación. «Creo que tengo algo que con 43,000 dólares no iba a comprar si lo conservo, y eso es la amistad», dijo Kirby. Sin embargo, esa amistad llevó a algo más: la familia, junto con Habitat for Humanity, se ofrecieron a ayudar a reemplazar el techo de Kirby.
El gerente de la tienda, Rick Merling, estaba tan sorprendido por el gesto como los propietarios originales del sofá. Compartió: «Para mí, él es alguien que a pesar de lo que está sucediendo —y a pesar de sus propias necesidades— dice: ‘voy a hacer lo correcto'».
No fueron los únicos en reconocer el extraordinario gesto, y luego llegaron más recompensas. Donantes de todo el país contribuyeron a la campaña GoFundMe que recaudó con éxito 15,000 dólares para compensar a Kirby por su honestidad.
Por su parte, Kirby aprecia la conciencia limpia que le trajo su buena acción. «Escuché de esto antes y siempre pensé, ¿qué haría si encontrara ese dinero? Ahora lo sé», compartió. «Me hace sentir bien. Creo que estoy haciendo lo correcto».
Añadió: «Sé que han habido otros comentarios, mi hijo mencionó que estaba loco por hacer eso, bueno sí, estoy loco. Estoy loco por Cristo».
La fe fue un factor importante para muchos de los que decidieron donar a la iniciativa. Un donante que creció en la ciudad natal de Kirby, Ovidio, Michigan, compartió: «Nunca sabemos el impacto que una decisión devota puede tener en muchos otros. Jesús dijo que las semillas plantadas en tierra fértil cosecharían cien veces, y este es un ejemplo actual de esa ilustración».
Otros añadieron que era importante compartir la historia de Kirby por el ejemplo que le daría a los demás. «Hacer lo correcto cuando los demás no miran es algo raro hoy en día, tristemente», añadió una persona. «Recompensar el buen comportamiento anima a la gente a actuar correctamente en circunstancias difíciles».
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