La lealtad de un cliente de Colorado se vio recompensada cuando la cadena de reparación de automóviles Meineke lo seleccionó para recibir un Corvette antiguo como parte de su sorteo del 50 aniversario. La cadena no sabía que el Vette era del mismo color y casi del mismo modelo y año que el que su padre, aficionado a los coches, le había prometido una vez, pero que posteriormente se vendió a un museo.
«Casi nunca gano nada, pero pensé que tal vez el karma volvería», dijo John Coppin, natural de Florida y actual director de seguridad de la New Summit Charter Academy de Colorado Springs, donde vive con Tina, su mujer desde hace 25 años, y Colin, su hijo de 19 años.
John, cliente de Meineke desde hace 40 años, recogió su Corvette Stingray blanco de 1972 en perfecto estado con interior azul en una ceremonia celebrada en su escuela el 1 de diciembre. En el video se le ve levantando el puño en señal de júbilo al ver el coche, con sus alumnos vitoreando de fondo. Meineke también donó 5000 dólares al programa de seguridad de la escuela.
En un comunicado de prensa, John dijo que creció unido a su padre, el Sr. John, por los coches clásicos. De adolescente, el primer coche de John Jr. fue un Oldsmobile Cutlass descapotable de 1970.
Cuando el Sr. John compró su Corvette en perfecto estado a finales de los 80, un Stingray azul de 1971 con interior blanco, capota original y solo 9000 millas en el cuentakilómetros, John Jr. quedó cautivado. Su padre le hizo una promesa: algún día, el coche sería suyo.
El Stingray del 71 fue mantenido con mimo por John padre y ganó trofeos en exposiciones de todo el país. John Jr. no tenía motivos para creer que su padre incumpliría su promesa hasta que tuvo una conversación en una tienda de camisetas mientras visitaba a sus padres en Gatlinburg, Tennessee, en 2016.
«Vi una camiseta aerografiada colgada en la pared con un Corvette Stingray azul con techo descapotable blanco aerografiado», dijo John Jr. «Miré a mi padre y le dije: ‘¡Eh, papá, es igual que nuestro Vette!’. Mi padre no respondió».
Su mujer preguntó entonces a John padre si había vendido el coche. «Confundido, le pregunté por qué pensaba eso», dijo John Jr. «Ella procedió a decirme que, mientras me alejaba, mi madre le había dicho a mi padre: ‘Todavía no se lo has dicho, ¿verdad?».
Vacilante, John padre explicó que había vendido el Stingray a un museo del automóvil de Orlando, con la esperanza de utilizar el dinero para volver a comprar su primer coche clásico: un Corvette original de 1959. Lamentablemente, eso nunca se materializó.
A John Jr. se le rompió el corazón, pero entendió las razones de su padre. Así que cuando llegó el 50 aniversario de Meineke en el verano de 2022, no tuvo ninguna duda en participar y ganar el Corvette Stingray clásico de sus sueños.
Semanas más tarde, sin embargo, John Jr. sufrió un mini-ictus y experimentó la pérdida temporal de alrededor del 60 por ciento de la visión de su ojo izquierdo. Esperaba una llamada de su médico, pero se encontró con un mensaje de voz de Chris Streahle, vicepresidente de marketing de Meineke, y se quedó estupefacto. Había ganado el coche.
«Llamé a Chris… ¡esto iba en serio!» dijo John Jr. «Fue un poco difícil contener mis emociones mientras hablaba por teléfono. … Cuando hablé con mis padres, mi padre en particular, pude oír la emoción en su voz, ¡como si él mismo hubiera ganado el Corvette!
«Es tan agradable poder ‘hablar de Corvettes’ con mi padre otra vez, casi como si la promesa de un Corvette clásico, entre padre e hijo, nunca se hubiera esfumado».
Antes de la ceremonia, John Jr. empezó a comprar «todo lo relacionado con el Corvette» para su nuevo vehículo, incluido el manual del propietario y el folleto de ventas originales del Corvette de 1972. Él y Tina, que planean jubilarse en Florida en los próximos años, estaban encantados con la perspectiva de un viaje por carretera de fin de semana en el coche de sus sueños.
(Cortesía de DrivenBrands)
Pero el premio de John Jr. tiene algo especial: piensa transmitirlo.
Colin tiene ahora 19 años, más o menos la misma edad que tenía John Jr. cuando su padre le introdujo en el mundo de los Vette clásicos. «Un día, Colin lo llamará suyo [al Stingray del 72]», dice John Jr. «Este Corvette se queda en la familia y pasará de generación en generación».
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