Después de una larga batalla contra el cáncer de pulmón y cerebro, Jon estaba muriendo. Así que sus amigos hicieron algo realmente especial para que él cumpliera su último deseo.
Jon Stanley, de 61 años, fue un motociclista la mayor parte de su vida, mucho tiempo antes que le diagnosticaran cáncer terminal. Echaba de menos el rugido de su Harley, la sensación de la moto debajo de él. Tuvo un último deseo, que era volver a escuchar ese rugido.
Así que cuando se enfermó demasiado para moverse y dependía de un respirador para vivir, su cuñado Michael Smith se puso en contacto con el motociclista local David Thompson.
“Esta mañana Mike Smith se puso en contacto conmigo a las 6:30 de la mañana a través de Facebook y me informó que Jon estaba en fase terminal, y uno de sus últimos deseos era escuchar un montón de motocicletas por su ventana”, dijo David a la WBND.
David entonces puso un SOS en Facebook, pidiéndole a los motociclistas que se reunieran en la casa de Jon en South Bend, Indiana, Estados Unidos, solo para que él pudiera sintonizar los motores que consideraba el mejor sonido de su vida.
“A veces el último deseo de un moribundo es escuchar el sonido de una Harley en su ventana. Este es Jon Stanley, tiene cáncer terminal. Personalmente me reuní con su familia esta mañana y me enteré que Jon es veterinario y fue un miembro de la familia que ha rodado durante años”, escribió David.
“Esta es su nueva Harley que acaba de comprar y solo ha montado 3 veces. Sé que es poco tiempo, pero los motociclistas ayudan a otros motociclistas”, continuó.
Solo se necesitaron seis horas para reunir a 200 personas y más de 100 motocicletas para cumplir el deseo final de Jon.
Mientras Jon yacía en su cama el 12 de junio del 2017, todos se reunieron afuera con sus motores ronroneando. Su familia decidió llevarlo afuera y sentarlo en un carrito lateral de motocicleta para que pudiera sentir las vibraciones, por última vez.
Uno de los motociclistas, Pat Schoff Gragg, que participó en este emotivo momento, dijo a Inside Edition: “Se notaba que disfrutaba de la sensación de ese último estruendo”.
Y añadió: “Estaba resistiendo”.
Gragg también mencionó que había motociclistas de diferentes ciudades, regiones y distritos que se presentaron.
“Manejamos, rodeamos su casa y aceleramos. Las ventanas temblaban, sabíamos que lo sentía”, dijo Gragg.
David agregó: “Solo se podían sentir las vibraciones. Sabía que estábamos ahí afuera y levantó el brazo”.
“Pudo subirse a una motocicleta por última vez, y eso fue genial”, dijo la hija de Jon, Kristy Stewart.
“Eso fue lo último que oyó, las revoluciones, las motos. Sé que fue feliz”, dijo Brenda, la esposa de Jon.
“Sabes que todo esto sucedió por un hombre. Todo lo que siempre quiso fue sentarse con su esposa en esa Harley”, dijo la nieta de Jon, Liliana Ramírez.
Algunos de los motociclistas se emocionaron y derramaron una o dos lágrimas cuando fueron testigos de la obvia alegría de Jon en esta reunión.
La amabilidad de las personas involucradas le permitió morir contento. Su familia y amigos también se consolaron con este maravilloso gesto.
Jon falleció un par de horas después, mientras yacía en los brazos de su esposa.
Puedes ver a Jon y su último deseo hecho realidad en este vídeo….
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