Un indio que recorrió en bicicleta 6500 km desde su país natal hasta Suecia en 1977 para reencontrarse con el amor de su vida, sigue con su ella casi 50 años después. Ahora nos cuenta el secreto de su inquebrantable vínculo.
Pradyumna Kumar «PK» Mahanandia, originario del estado indio de Odisha, vive con su mujer, Charlotte «Lotte» Von Schedvin, en un bosque a 20 km al sur de Borås, la ciudad natal de Lotte en el oeste de Suecia. La pareja tiene dos hijos adultos -una hija, Emelie-Kiran, y un hijo, Karl-Siddhartha- y llevan 47 años felizmente casados. Su historia de amor ha quedado inmortalizada en un libro del escritor sueco Per J. Andersson, disponible en más de 20 idiomas.
«Cuando pienso en nuestra historia, me acuerdo de Abraham Lincoln, expresidente de Estados Unidos, que dijo: ‘La democracia es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo'», declaró a The Epoch Times PK, Embajadora Cultural Odiya de la India en Suecia.
«Nuestra historia se ha convertido en lo mismo. Como la democracia, es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y un extra, con el pueblo, pues ya ha ocupado un lugar especial en los corazones de millones [de personas] en todo el mundo».
«La magia de las estrellas en el cielo»
Su historia de amor comenzó en Nueva Delhi, la capital de la India, el 17 de diciembre de 1975. Lotte, una adinerada estudiante de música que siempre había soñado con la India, había viajado al este desde Suecia con unos amigos en una furgoneta Volkswagen. Conoció a PK, un estudiante de arte de escasos recursos, bajo una fuente de Connaught Place, en el Central Park de Nueva Delhi, mientras dibujaba retratos para los transeúntes.
«Tras un breve encuentro, pude adivinar su signo del zodiaco, Tauro, y que trabajaría con música… Un astrólogo indio me habló desde niño de la personalidad de mi futura esposa. Es el misticismo indio y la magia de las estrellas en el Cielo [lo que] nos ayudó a sentirnos atraídos el uno por el otro», dijo PK.
«Vi a un hombrecillo de pelo negro y rizado sentado bajo una fuente haciendo bocetos de personas. Desde ese momento sentí una atracción magnética hacia él. Después de conocerle, me pareció una persona de muy buen corazón y espontánea», dijo Lotte.
La pareja entabló un romance inmediato. En enero de 1976, conocieron al padre y al hermano de PK en su casa familiar de Odisha. Lotte decidió que PK se convertiría en su marido, diciendo: «Tomé la decisión de corazón».
«Estaban convencidos de que ella era la verdadera Tauro; mi esposa, mi alma gemela», dijo PK. «Organizaron los rituales de la boda según mi propia tribu, ya que mi familia pertenece a una tribu indígena de Odisha».
Cuando Lotte se marchó de la India a Suecia en febrero de 1976 para continuar sus estudios de música, a PK se le rompió el corazón. Pero fue el primer estudiante de arte de su estado en conseguir una beca para estudiar Bellas Artes en la Escuela de Arte de Delhi y sintió que tenía que llevarlo a cabo.
Lotte dijo: «Cuando le dije que se subiera a nuestra furgoneta para viajar conmigo a Suecia, se negó, pues tenía que terminar sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de Delhi. Cuando le ofrecí enviarle un billete de avión para que se reuniera conmigo en Suecia, rechazó educadamente mi oferta. Dijo que vendría a Suecia por su cuenta. También declaró abiertamente y dijo claramente: ‘Necesito tu amor, no tu dinero'».
«Hacerlo o morir por amor»
Pronto, PK empezó a sentirse solo tras su separación e intercambiaba cartas con su amada.
«La echaba mucho de menos y, cuando la añoranza se hizo excesiva, decidí viajar animado por muchos turistas extranjeros. Mi punto fuerte era mi falta de conocimientos de geografía y no sabía a qué distancia en kilómetros estaba su país natal. Confundía Suecia con Suiza», explica.
Aunque ingenua, PK sí conocía la ruta hippie entre Asia y Europa popularizada por los Beatles a finales de los 60 y hablaba con jóvenes viajeros sobre sus viajes por esta ruta. Cuando los vuelos e incluso los billetes de autobús resultaron demasiado caros, PK decidió vender algunas pertenencias y comprar una bicicleta de segunda mano.
Salió de Nueva Delhi el 22 de enero de 1977, en una ruta que le llevaría por Afganistán, Irán, Turquía, Bulgaria, Yugoslavia, Alemania, Austria y Dinamarca.
PK dijo: «Conocí a muchas personas maravillosas y serviciales que me guiaron, me alimentaron y a veces me dieron cobijo por el camino y, a cambio, hice dibujos de ellos y de sus seres queridos. A veces me montaba en camiones, sobre todo en Turquía, ya que la ruta hippy siempre estaba muy transitada por camiones.
«[Los] únicos retos eran mi propio miedo y mis dudas, que tuve que superar mediante yoga, meditación y un pensamiento positivo. Como un mantra, siempre me decía: ‘Lo haré o moriré por amor'».
PK contó a The Epoch Times que, a su paso por Kabul, Afganistán, el entonces redactor jefe de The Kabul Times le entrevistó y le invitó a exponer sus dibujos, con los que PK ganó algo de dinero para ayudarle en su camino. También tuvo la oportunidad de dibujar un retrato del expresidente afgano, Mohammad Daoud Khan.
Antes de abandonar Afganistán, PK mejoró su maltrecha bicicleta. A pesar del intenso viaje por carretera de 6000 km a través de ocho países, PK no cejó ni una sola vez en su empeño de reunirse con Lotte. Llegó a Gotemburgo, Suecia, el 28 de mayo de 1977, cuatro largos meses después de abandonar la India. Lotte condujo 70 kilómetros desde Borås para reunirse con él.
Aceptar las diferencias con amor
«Cuando nos conocimos no podíamos hablar bien, pero nos abrazábamos y llorábamos y llorábamos», cuenta PK. «Los dos nos emocionamos mucho, más allá de las palabras. Nos sentamos en un banco de madera cerca del jardín botánico.
«La madre de Lotte había preparado una tarta enorme con crema blanca por encima», dijo. «Cuando Lotte me los presentó, les saludé [a la] manera india; me arrodillé a sus pies como se arrodilla el Papa al llegar o aterrizar en un nuevo país para mostrar respeto. Había muchas diferencias culturales, pero las abracé todas con amor y compasión».
En 1979, la pareja se casó por segunda vez, según la ley sueca y las tradiciones de la noble herencia familiar de Lotte.
Para Lotte, entre los mejores recuerdos de su larga historia de amor con PK están su primer viaje juntos al lugar de nacimiento de PK, que sintieron como «volver a casa», y dar a luz a sus dos hijos. «Sentimos una gran gratitud por ser sus padres en esta vida», afirma.
Para PK, su arduo viaje por carretera y los años de amoroso matrimonio que siguieron le han enseñado a tener siempre fe en uno mismo y en su compañero de vida, a ser consciente de las dudas y los miedos, y a confiar en el poder del amor y la humanidad.
«Para nosotros, cada ser humano es una gota de agua, y la humanidad es como el océano, ya que todos estamos conectados. Cuando surge el sentimiento de separación, empieza el sufrimiento», afirmó.
PK recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Cultura de Utkal, en su estado natal de Odisha, en 2012. En 2021, PK y Lotte fueron invitados a Lausana, Suiza, por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ya que Bach y su esposa habían leído el libro con su historia de amor y estaban profundamente conmovidos. Tras la reunión, el COI patrocinó un enorme proyecto humanitario en la India, que llegó hasta el estado natal de PK, Odisha.
«Siete millones de escolares se beneficiarán de este proyecto. Me siento tan bien en el corazón». dijo PK.
Cineastas de Hollywood y Bollywood se han puesto en contacto con ellos, interesados en llevar el libro al cine. PK y Lotte quieren reservar los derechos cinematográficos para sus hijos, que dirigen su propia productora, Kalabati Pictures.
PK dijo que el gran secreto de un matrimonio longevo es no guardar «ningún secreto en una relación».
«Somos muy abiertos el uno con el otro… y creemos firmemente que nuestras almas están conectadas y nunca pueden separarse», afirmó. «Todos estamos aquí en este planeta solo por un tiempo, no permanentemente. ¿Por qué no utilizar el regalo más valioso de la vida, que es el amor, en nuestro día a día?».
«Pasamos tiempo juntos en silencio. Eso nos ayuda a conectar con nuestra quietud interior. Creemos que el amor es unidad y es eterno. Ambos estamos muy agradecidos de habernos conocido, y muy pronto confiamos el uno en el otro y nos enamoramos mágicamente, para crear un dulce hogar el uno para el otro y para nuestros hijos», dijo Lotte.
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