La caminata cotidiana de una pequeña y sus perritos se transformó en tragedia cuando el hielo bajo sus pies se quebró y cayó al agua. Su abuelo rápidamente se lanzó para salvarla, pero él mismo no logró sobrevivir y ahora es recordado como un héroe.
Ma’Lyiah de 10 años y su hermana Bailey de 8, residentes de Charleston, en Illinois, Estados Unidos, estaban teniendo un día regular el pasado 15 de enero, cuando sacaron a pasear a sus 6 perritos.
«Ma’Lyiah y su hermana Bailey tienen tareas diarias y una de ellas es sacar a pasear a sus seis perros. Tienen cuatro pitbulls y dos perritos pequeños. Es solo parte de lo que hacen. Están acostumbradas, los sacan varias veces al día», explicó Amanda Beals, tía abuela de las niñas, a WCIA.
Sin embargo, dos de los perritos corrieron hacia el estanque congelado. Ma’Lyiah pensó que el hielo era lo suficientemente resistente, así que corrió detrás de ellos pero desafortunadamente el hielo se quebró y la niña resbaló.
Bailey regresó a su casa por ayuda, donde Bill Croy, el padre de las niñas y Carlos Serafín, el abuelo, de inmediato corrieron a rescatar a Ma’Lyiah.
Serafín se lanzó al agua con un palo de escoba para alcanzar a la niña, pero pronto fue succionado por el agua, lo que hizo que quedara bajo el hielo junto a Ma’Lyiah. Mientras tanto Croy rompió parte del hielo, pero no logró alcanzarlos.
Luego de una llamada al 911, el equipo de buceo de Lincoln Fire logró sacar del agua a Ma’Lyiah y Serafín. Después de ser llevados al hospital, el corazón de la niña fue reanimado, pero el de Serafín ya no respondió.
«Carlos definitivamente murió como un héroe, sabes que así es él. Haría cualquier cosa por [las niñas], haría cualquier cosa por sus perros, haría cualquier cosa por cualquiera», dijo Beals.
«La pequeña Ma’Liyah aún se aferra a la vida, a pesar de los 30 minutos o más que estuvo bajo el agua, tiempo en el que posiblemente sufrió un paro cardíaco, según explica Beals en una página de GoFundMe, que creó para ayudar en los gastos médicos de la niña.
«Realmente no sabemos cuánto tiempo estuvo realmente sin oxígeno ni flujo de sangre. Y nosotros, como familia, no podemos agradecer lo suficiente a los equipos de rescate que estuvieron allí ese día y la sacaron; y al equipo de emergencias de SBL por hacer que su corazón volviera a latir», escribió Beals.
Aunque Ma’Lyiah no mostraba ninguna actividad cerebral ―excepto por algunas convulsiones―, su corazón y pulmones están funcionando «pero estamos orando por un milagro», compartió la tía de las niñas.
Increíblemente, el pasado 28 de este mes un médico notó que la niña tenía los ojos abiertos, «y lo seguían en la habitación». Para descartar una «casualidad», repitió el acto y ella lo siguió nuevamente. También comenzó a responder con un apretón en la mano, cuando se le pide que lo haga.
«Esto demuestra cuán bueno es Dios», reflexionó Beals.
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