Cuando un hombre sin hogar de Alabama entró a un restaurante pidiendo trabajo, se encontró con una propietaria comprensiva dispuesta a arriesgarse con un alma honesta. Probablemente no esperaba que toda su comunidad se uniera rápidamente al esfuerzo de ayudarlo a recuperarse.
«Me gradué en la escuela secundaria con un diploma de estudios superiores», dijo Taylor Thompson a The Epoch Times. «Fui a la universidad a estudiar ingeniería y justicia penal».
Sin embargo, este joven de 28 años, oriundo de Mobile, abandonó los estudios porque había cosas «que estaban sucediendo en casa». Taylor vivía con su padre, un obrero doblador de hierro; y su madre, una enfermera licenciada, en un hogar con malos tratos. Sus padres terminaron separándose.
Sin embargo, la batalla de Taylor contra las enfermedades mentales y el abuso de sustancias fue lo que le hizo tocar fondo.
Recuerda un incidente que sucedió después de dejar la universidad, cuando la policía lo golpeó y lo ató a una silla de ruedas en un hospital psiquiátrico. Aterrorizado y humillado, en aquel momento Taylor fue diagnosticado de esquizofrenia.
«Me llevó a un par de arrestos», admitió. «Todos los cargos que he recibido fueron retirados. Porque no soy un delincuente, no infrinjo la ley, no robo».
Al poco tiempo, Taylor se quedó sin hogar. Pasó cinco meses durmiendo en una tienda de campaña de Walmart de 35 dólares y a la deriva.
Pero todo cambió cuando Taylor conoció a Brenda, propietaria de BrewHa’s Pub & Grub.
Brenda Goodhue, madre de tres hijos, lleva nueve años casada, tiene 13 nietos y dos bisnietos.
«Cuando Taylor llegó a la puerta aquel día, no pidió limosna como hace la mayoría», recuerda Brenda. «En realidad pidió un trabajo y parecía digno de confianza».
Brenda le dio algo de dinero para que fuera a la tienda de dólar a comprar algo de ropa, y para que regresara a trabajar. «Y ha estado aquí desde entonces», dijo. «Se arregla muy bien».
Taylor dice que está agradecido por el trabajo.
Brenda añadió: «Definitivamente creo en Dios, y creo que tal vez ese día me impulsó a dejar entrar a Taylor y darle una oportunidad. (…) Hay muchas personas sin hogar por aquí y la mayoría de las veces no le daría a uno un trabajo. Ese día, algo cuadró».
Brenda dice que Taylor es el «mago de todos los oficios».
La contratación de Taylor pronto desencadenó una avalancha de apoyo de la comunidad de Mobile, que estaba ansiosa por ayudarlo a recuperarse. Iniciaron una recaudación de fondos en Facebook para pagar su alquiler de 250 dólares a la semana y en poco tiempo se recaudaron donaciones para 10 meses, que se esperan sean suficientes hasta que encuentre un alojamiento permanente.
Taylor, al que recientemente le diagnosticaron bipolaridad, está combatiendo sus síntomas con una receta de Xanax, meditación y una dieta limpia y orgánica.
«Estoy recuperando mi vida», dice, «y vine a casa para hacerlo».
Pensando en el futuro, Taylor tiene en mente unirse a los SEAL de la Marina como ingeniero, o estudiar ciencias políticas en la Universidad del Sur de Alabama.
«Todos podemos estar mal, y siempre hay que echar una mano para que esa persona tenga una oportunidad», reflexiona Brenda. «Así que, antes de descartar a alguien, hay que ver el panorama completo y partir de ahí».
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