A menudo, cuando una persona se queda sin hogar, los miembros de la familia se quedan en la incertidumbre, preguntándose qué fue de él. Durante años, los parientes más cercanos pueden angustiarse en la confusión sin poder ver o escuchar a ese ser querido perdido.
Pero cuando, Kris Zemlak se reunió con su hermano sin hogar en una iglesia en Surrey, Columbia Británica, se alegró mucho de haberlo encontrado, vivo, por fin.
El hermano de Zemlak, Gordon Petrie, había caído en la lucha contra las adicciones; lentamente se desvanecía de su vida, y un día, simplemente se marchó.
«Empecé a buscarlo en East Hastings [en Vancouver] pero nunca lo encontré», dijo Zemlak a la CBC. » Pude haber caminado junto a él y nunca habría sabido quién era».
Habían pasado 22 años, y a pesar de que ella pudo construir una familia y una carrera exitosa, siempre se preguntó qué pasó con su hermano.
Hasta que un día, un amigo le envió un mensaje de texto con el enlace de un artículo.
Zemlak estaba asombrada; el artículo destacaba la conexión de su hermano con la Iglesia Católica Ucraniana de la Santa Cruz en Surrey.
Al fin lo había encontrado.
Sin perder tiempo, Zemlak hizo el viaje desde Prince George a Surrey, donde tuvo un amoroso reencuentro con Petrie.
Descubrió que había estado viviendo como intruso en un cobertizo detrás de una iglesia en la avenida 108. Sin embargo, recientemente le habían dicho que el cobertizo presentaba riesgo de incendio, y que tendría que mudarse.
«Es difícil de explicar el hecho de acercarse a alguien que no has visto en tanto tiempo, y fue muy, muy difícil ver cómo vivía», dijo Zemlak. «Pude ver lo que su estilo de vida le había hecho».
Pero Petrie no vivía gratis en la propiedad de la iglesia. En marzo de 2020, el administrador de la parroquia, Bruce Hitchen, notó que alguien había barrido la propiedad y ocupado el cobertizo. Al examinar más de cerca, también descubrió que Petrie había expulsado a los ladrones de la iglesia.
Hitchen dijo, «Empezamos a preguntarnos, ¿qué otro tipo de solución podemos encontrar para Gordon?»
Querían arreglar una vieja casa en la propiedad para ayudar a Petrie a recuperarse. Pero la casa fue considerada inhabitable, así que le permitieron seguir viviendo en el cobertizo, ofreciéndole la posición de cuidador del terreno como una forma de ganarse la vida.
Con el inminente traslado del cobertizo, Hitchen se sintió aliviado cuando un día visitó a Petrie y encontró a su hermana allí, hablando con él.
«Ambos estaban casi llorando», dijo Hitchen. «Gordon dijo: ‘Bruce, no vas a creer quién está aquí. Esta es mi hermana'».
Petrie dijo que la visita lo tomó completamente por sorpresa.
«Escuché: ‘Gordon, ¿eres tú?’, como mi madre solía decir», dijo Petrie. «Me llevó un par de segundos darme cuenta de lo que estaba pasando. Luego ella apareció en la esquina y mi rostro se iluminó».
Poco después, un trabajador social le dio a Petrie una habitación de hotel que es alquilada como vivienda social durante la pandemia.
Zemlak lo visitó más de una vez, llenando los armarios de su hermano con comestibles y celebrando con él su 51 cumpleaños.
Petrie estaba encantado de volver a conectar con su hermana.
«Siempre estaré de su parte y siempre estaré al otro lado del teléfono», dijo. «Es mi hermano», dijo Zemlak.
Ahora que los hermanos se han reconectado, están decididos a no volver a perder contacto.
Zemlak enfatizó a Catholic Register, «Los drogadictos son personas como tú y yo y cada uno de nosotros necesita un propósito para nuestros días y Gordon encontró el suyo en la iglesia. Se sentía muy orgulloso de mostrarme todo su trabajo significativo y el cobertizo que llamaba su ‘hogar'».
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