Esta imagen puede parecer familiar, y es porque «Mi esposa y mi suegra» es una de las ilusiones ópticas más conocidas de los últimos 100 años. Sin embargo, ¿sabías que también tiene la capacidad de revelar la edad que tienes?
La primera encarnación del dibujo fue en una postal alemana en 1888. Un caricaturista estadounidense llamado William Ely Hill reinterpretó la imagen y fue publicada en la revista de humor Puck el 6 de noviembre de 1915. Hill subtituló la imagen: «Ambas están en esta foto. Encuéntralas».
¿Encontrar a quién, exactamente? Bueno, todo depende del reconocimiento facial. Al mirar el boceto detallado, puedes reconocer a una mujer joven y bonita que se aparta o el perfil de una mujer mayor y menos atractiva que mira solemnemente hacia la parte inferior izquierda de la página.
Sin embargo, explica Insider , solo puedes ver una a la vez.
¿Ves a una mujer joven y bonita o a una mujer mayor mirando hacia abajo? Si necesita una pista, he aquí una para ver ambas: la barbilla de la mujer joven se duplica como la nariz de la mujer mayor. Por el contrario, la barbilla de la anciana es también el pecho de la joven.
Aquí es donde entra en juego el factor edad. Un estudio australiano llevado a cabo por un dúo de profesores de psicología de la Universidad Flinders concluyó que la figura en la que tus ojos se fijan en primer lugar es relativamente dependiente de tu edad.
El estudio reclutó a 393 participantes en total, de los cuales 242 eran hombres y 141 mujeres de 18 a 68 años de edad. La edad promedio de los participantes del estudio fue de 32 años. A todos se les mostró la ilustración durante 0.5 segundos solamente, y luego se les hicieron dos preguntas.
¿Cuál era el género y la edad de la persona que ves?
Los investigadores, dice el resumen del estudio, esperaban averiguar si los «sesgos de la propia edad afectan la interpretación inicial de una imagen a nivel subconsciente». ¿Los jóvenes realmente «ven a los jóvenes» y los mayores «ven a los viejos»?
Evidentemente, sí. El estudio concluyó que una persona más joven tenía más probabilidades de ver primero a la joven. Las personas mayores eran más propensas a ver a la anciana primero.
Desafortunadamente, los investigadores del estudio no tenían ni siquiera un rango de edades entre el participante más joven y el más viejo. Sin embargo, al separar el 10 por ciento de los mayores y el 10 por ciento de los menores del grupo en su totalidad, encontraron que su conclusión estaba fundamentada.
Los profesores australianos sospechan, según el Daily Mail, que los rostros son particularmente vulnerables a los prejuicios subconscientes. Nuestros cerebros dependen tanto de los procesos neuronales como de factores sociales para reconocer a otras personas.
«El efecto de la edad del observador sobre la edad estimada de la mujer es consistente con un sesgo de grupo social de la propia edad», explica el estudio. «Dentro de los respectivos grupos de edad, los participantes tienen un sesgo a favor de procesar caras de una edad similar».
Esencialmente, la mayoría de los participantes vieron a una mujer que reflejaba su propia edad.
Entonces, ¿a quién viste primero? ¡Recuerde que la edad es solo un número!
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