Después de someterse a un viaje de pérdida de peso de 233 libras (105 kg) en más de tres años, las fotos de la transformación de un hombre de California, lado a lado, se han vuelto virales y están inspirando a otros a tomar decisiones de estilo de vida saludable.
Stephen Vysocky, de 35 años, es un informático que vive en California, donde nació y creció. En el momento de escribir estas líneas, pesa 272 libras (123 kg). Su objetivo es llegar a las 250 libras (113 kg).
«En la foto del ‘antes’, mi amigo captó por casualidad una buena foto mía sentado en el castillo [de Disney]», dijo a The Epoch Times. «Cuando volví después de la mayor parte de mi pérdida de peso, mi novia, Amy, y yo pensamos que sería genial volver a tomar la foto de mí sentado allí para que pudiera ver cuánto peso había perdido.
«Noté un gran cambio, así que pensé en compartirla en mi Twitter con mis cuatro amigos que me siguen allí. No me imaginaba que la foto ganaría tanto impulso e inspiraría a otros a compartir sus historias de pérdida de peso».
Vysocky fue ganando peso con el tiempo. Recuerda que estuvo deprimido de niño y hasta su adolescencia, y que su mayor peso registrado fue de 229 kg (505 libras).
Digo «el más pesado registrado» porque nunca pude encontrar una báscula para pesarme correctamente, así que podría haber sido más pesado», aclara. «Siempre pensé que iba a ser ‘Big Steve’ para siempre. No fui feliz durante ese tiempo, pero me obligué a seguir adelante con la vida. Forcé una sonrisa y me dije que estaba bien, cuando en realidad no lo estaba».
Vysocky dio un giro a su vida en marzo de 2019. Con el corazón roto tras una difícil ruptura, volvió a caer en un estado depresivo, pero su íntimo amigo y compañero de piso, Daniel, no le dejó rendirse. «Me dijo que no iba a seguir dejando que me sentara en mi habitación y odiara mi vida», dijo Vysocky. «Me dijo que era mejor de lo que pensaba, y que si realmente quería perder el peso, podía hacerlo; todo lo que tenía que hacer era esforzarme».
La primera semana fue «dura», dijo Vysocky; Daniel le arrastró al gimnasio, enfadado y dolorido, y no quería estar allí. Un mes después, su convicción se puso a prueba.
«Estaba sentado en el estacionamiento de Planet Fitness», recordó Vysocky. «Resulta que Daniel estaba ocupado ese día, así que para poder entrenar, tendría que hacerme socio del gimnasio. Me dije: ‘Si estoy dispuesto a invertir todo este tiempo en los amigos y la familia, ¿cómo es que no puedo invertir tiempo en mí mismo?»
Entró solo en Planet Fitness, comprometiéndose a trabajar duro durante un año para ver qué era posible.
Vysocky recordó entonces las palabras alentadoras de Daniel: «Todo el mundo está trabajando en sí mismo, no se fijan en ti». Y ese consejo tan necesario hizo que Vysocky superara los días más duros. Ese primer año perdió 45 kilos y su confianza creció exponencialmente.
Vysocky siguió yendo al gimnasio de seis a siete días a la semana, añadiendo ejercicios de pesas a su entrenamiento cardiovascular cuando su peso empezó a bajar. Veía videos en internet con consejos para hacer ejercicio, dejaba las bebidas azucaradas y recibía consejos sobre la dieta de su otro compañero de piso de entonces, que le enseñó a hacer recortes graduales y a sustituir la comida para llevar por la comida casera baja en carbohidratos.
Cuando la revisión del estilo de vida le parecía demasiado, Vysocky asistía a charlas de motivación para seguir adelante.
«Diría que los principales retos fueron mentales: levantarse y no querer ir al gimnasio, o subirse a la báscula y no ver ningún progreso», reflexiona. «Dejé de subirme a la báscula. Sabía que si seguía sin ver progresos, dejaría de hacerlo y me diría a mí mismo: ‘Esto no está funcionando'».
«No me subí a una báscula durante el primer año de mi viaje de pérdida de peso».
Perder la mayor parte del peso de Vysocky le llevó unos tres años de duro trabajo y dedicación.
Él mismo lo explicó: «Quiero ser feliz y estar sano, y trabajar para ganar músculo y tonificar mi cuerpo. Me dije a mí mismo cuando empecé este viaje que era un cambio de estilo de vida; me prometí a mí mismo mantener lo que estoy haciendo en el gimnasio, y vivir un estilo de vida saludable tanto con el ejercicio como con la alimentación».
Vysocky, que actualmente está recaudando fondos para someterse a una operación de extirpación de piel, espera que su historia pueda inspirar a otras personas que puedan tener sobrepeso pero no tengan fe en sí mismas para perderlo. «Si necesitas motivación, vuelve a este artículo, mira mis fotos en Twitter», animó. «Si nadie cree en ti, yo creo en ti, y tú deberías creer en ti mismo».
Su viaje le ha enseñado que una persona puede hacer cualquier cosa que se proponga. Dijo que antes de su pérdida de peso era «extremadamente perezoso» y no quería hacer nada. «Esforzarme tanto, y durante tanto tiempo como lo he hecho, me demuestra mucho», dijo.
«No sucede de la noche a la mañana; al igual que me costó años engordar, me costó años perderlo. Hay que ir al cien por cien con todo el corazón. Tienes que creer en ti mismo y encontrar esa motivación para no rendirte nunca, para no dejar de avanzar.
«Tienes que hacerlo por ti; no por tu familia, ni por tus amigos, solo por ti».
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