Una mujer indígena apicultora de México, miembro de la comunidad maya, recibió el Premio Goldman 2020 por su gran labor en la protección de su comunidad y de las abejas ,en una batalla legal contra la empresa Monsanto, líder en pesticidas y transgénicos.
Leydy Araceli Pech Martín, ganó el 30 de noviembre el Premio Goldman 2020: considerado como el “Premio Nobel del medio ambiente”. La mujer, también llamada «La guardiana de las abejas», logró que Monsanto detuviera su producción de soya genéticamente modificada en el Sur de México, de acuerdo a Milenio.
La comunidad maya, tiene una historia de apicultura de alrededor de 3000 años y Pech ha continuado su legado a través de la preservación de la abeja melipona beecheii, en Hopelchén, en la península de Yucatán.
En 2012, el gobierno mexicano otorgó el permiso a la empresa Monsanto para la producción de soya genéticamente modificada en 7 estados, lo que hizo que se talaran varias extensiones del territorio para su producción.
La lucha de Pech para salvar a las abejas comenzó cuando sus abejas comenzaron a morir. “Cuando me di cuenta que comenzaron a desforestar grandes extensiones de selva, cuando me di cuenta que se empezaron a morir mis abejas por las fumigaciones aéreas, eso nos preocupo mucho. Decidimos organizarnos entre comunidades”, dijo la guardiana de las abejas a Goldman Environmental Prize.
Pech explicó que México tiene un tratado internacional, por el cual, el gobierno está obligado a consultarle a los pueblos indígenas sobre cualquier proyecto que altere o ponga en peligro la vida de los pueblos indígenas. “Cuando nosotros nos dimos cuenta que se dio el permiso sin habernos consultado, por eso nosotros decidimos ampararnos”, agregó en el video.
Entonces, el movimiento lanzó una campaña de sensibilización que recibió un gran apoyo de la gente por todo el país, provocando en el gobierno y en Monsanto una actitud combativa contra la comunidad indígena.
“La reacción fue de confrontación, nos comenzaron confortar, nos comenzaron a amenazar, empezaron a desprestigiarnos como comunidades, como líderes indígenas”, dijo Pech en un video a Goldman Environmental Prize.
“Miedo, no lo sentí porque me vi en una unidad de pueblos mayas, sentí mucha fuerza para poder luchar”, agregó.
Pech consiguió lo que el gobierno y Monsanto nunca imaginaron: “La Corte Suprema suspendió los permisos para la soya transgénica de Monsanto en espera a las consultas a las comunidades mayas”, explica el de video de Pech para el Premio Goldman.
Pero la lucha de Pech continuaría al descubrir varios cultivos de soya transgénica en otras zonas de México. Cuando las comunidades indígenas comenzaron a enfermarse, Pech lo relacionó con un mayor uso de pesticidas tóxicos y los investigadores encontraron altos niveles de estos en el suelo y en el agua.
Después de 5 años de lucha, las evidencias de los daños por los pesticidas ya no podía ser ignorada: “El gobierno revocó por completo los permisos de soya de Monsanto en 7 estados del país», reporta el video del Premio Goldman 2020.
“Eso nos da una enorme satisfacción como pueblos indígenas, sentimos que dimos un gran paso en resistencia por la tierra, en resistencia por nuestros bosques, por el agua”, dijo Pech.
La mujer maya continua en sus labores protección de su gente. “Los Mayas estamos vivos, los mayas estamos luchando, es una lucha de vida”, dijo.
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