Una madre de tres hijos, a quien su médico le dijo erróneamente que su embarazo de ocho semanas era «solo un saco vacío», confió en su instinto, se negó a abortar y buscó una segunda opinión, una decisión que salvó la vida de su bebé nonato.
Vanessa Duran, de 39 años, nacida en Las Vegas, es estilista de vestuario y está casada desde 2006 con quien fuera su novio de la secundaria, el diseñador de joyas Peter Monette. La pareja vive en las afueras de Austin (Texas) con sus tres hijos. La Sra. Duran está en el último trimestre de su embarazo y espera su cuarto hijo.
«Estoy dispuesta a tener a mi bebé pase lo que pase. Tengo una fe fuerte y Dios ha puesto vida en mí», dijo a The Epoch Times. «Así que definitivamente es tu relación con el Creador, verlo como la vida que está dentro de ti y no tomar ninguna decisión drástica que pueda dañar esa vida».
Con sus tres primeros hijos, la Sra. Duran confirmó sus embarazos alrededor de las ocho semanas. Esta vez, dice , «se sintió embarazada de inmediato» y se hizo una prueba de embarazo de una tienda de dólar antes de llamar a su médico de confianza para una cita a mediados de julio del año pasado, cuando tenía ocho semanas de embarazo. No recibió la respuesta que esperaba.
La Sra. Duran dijo que su médico usó un dispositivo para realizar una ecografía durante «cinco a diez segundos» y le dijo que no había nada allí.
Me dijo: «Lo siento, está vacío. No hay polo fetal, y solo hay un saco vacío», dijo. «Creo que solo vio mi edad materna, pensando, ‘Oh, ya se fue’… y solo pensé para mí misma, que era extraño». Incluso dije, «Me siento muy embarazada», y él dijo, «Vas a sentirte así en tu cuerpo porque todavía tienes algunas de las células… vas a tener un aborto espontáneo».
El embarazo de la Sra. Duran fue diagnosticado erróneamente como una bolsa vacía, y se le sugirió que se sometiera a un procedimiento de aborto por legrado. (Cortesía de @msvanessaduran)
El médico le propuso un procedimiento de dilatación y legrado para extraer la bolsa vacía del útero, pero la Sra. Duran insistió en que solo permitiría que cualquier posible aborto espontáneo ocurriera de forma natural.
«En primer lugar, me sentía embarazada», dijo. «En segundo lugar, mi cuerpo está destinado a hacer estas cosas, así que ¿por qué no le doy un poco de tiempo? ¿Por qué querría que me insertaran sondas y medicamentos para algo que las mujeres han estado haciendo durante miles de años, de forma natural? Simplemente decidí esperar».
«Lo Sabía Todo el Tiempo. No Estoy Loca»
La Sra. Duran dice que no especula sobre las intenciones de su médico, pero cree que algunos médicos se apresuran a ofrecer procedimientos de curetaje (D y C) y cesáreas por incentivos monetarios y, a pesar de que hay muchos buenos médicos, puede haber una agenda anti-vida —pro-elección— en algunas áreas del país «más que en otras».
Hizo otra cita en la clínica para 10 días después y en ese momento el personal médico le aconsejó que llamara de inmediato si comenzaba a sangrar mucho. Pero nunca sangró y nunca llamó. En cambio, buscó una segunda opinión en una clínica con un ambiente «más acogedor» el 16 de agosto del año pasado, cuando tenía casi 11 semanas de embarazo.
«Vi al bebé enseguida y era enorme», dice. «Estaba justo a la medida correcta, entonces esta sospecha de que tal vez estaba atrasada desapareció. Fue uno de esos momentos en los que dices: ‘Lo sabía desde el principio. No estoy loca'».
La ecografía de la señora Durán muestra al bebé que lleva en su vientre. (Cortesía de @msvanessaduran)
La Sra. Duran llamó a su madre —quien dio a luz a sus 12 hijos de forma natural— y ella le aconsejó «dar tiempo, y mantenerse ocupada, para que todo saliera bien».
Recurrió a las vitaminas prenatales para nutrir a su bebé en crecimiento y confió en su embarazo, asistiendo a su ecografía de la semana 23 con cierta reticencia.
«Era como una presión añadida si supiera que no iba a abortar al bebé, algo que normalmente fomentan si algo va mal», dijo.
Consejos para Madres Embarazadas
En el momento de escribir este artículo, la Sra. Duran tiene 30 semanas de embarazo y «está bien», a pesar de que los médicos le dijeron el 13 de noviembre del año pasado que su placenta podría haberse adherido a tejido cicatrizal de una cesárea anterior. Ahora cree que las madres embarazadas deberían evitar programar cesáreas si tienen la opción y atribuye la prevalencia de este procedimiento a la presión de los médicos.
«Todos mis hijos nacieron por cesárea, y eso fue porque mi primer médico me indujo… demasiado pronto, eso creo, así que mi cuerpo no estaba listo. Pienso que era tan joven que lo permití», dijo la Sra. Duran.
«Una cosa que quiero enfatizar a las personas que van a tener hijos por primera vez: pueden tener a su bebé de forma natural. No programes una cesárea, porque hay muchas cosas que no te cuentan. Si planeas tener más de un hijo, eso podría ocurrir en el futuro, cuando tu tejido cicatrizal se adhiera a la placenta.
La madre de cuatro hijos sugiere que cualquier madre embarazada debería esperar hasta que el embarazo alcance las 10 semanas antes de programar su primera cita, para delimitar la posibilidad de que su médico diagnostique erróneamente un embarazo no viable. También aboga por el parto en casa, si las condiciones lo permiten.
«Simplemente pienso que el negocio del hospital… incluso cuánto te cobran por tener un bebé es simplemente increíblemente caro», dijo. «Puedes hacerlo en tu casa, sentirte cómoda de que el bebé nace en un entorno muy tranquilo y seguro, y para eso estamos destinadas. Las mujeres estamos destinadas a tener bebés».
La Sra. Duran ha compartido su diagnóstico erróneo a las ocho semanas y las conmovedoras imágenes de ultrasonido de 11 semanas de su bebé en Instagram con un poderoso mensaje para otros futuros padres: la importancia de buscar segundas opiniones.
«Creo firmemente que es crucial investigar a fondo y abogar por nosotros mismos cuando nos enfrentamos a decisiones relacionadas con la salud», declaró a The Epoch Times. «Si algo no nos parece bien, es esencial confiar en nuestro instinto».
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