Investigadores observaron resultados increíbles después de verter 30 camiones de pulpa de café, un producto de desecho de la industria cafetera, en una zona de antiguas tierras de cultivo degradadas en Costa Rica. Al delimitar una zona de control de tamaño similar, quedaron sorprendidos por el cambio que se registró en los dos años siguientes.
La Dra. Rebecca Cole, autora principal del estudio —que se publicó en la revista Ecological Solutions and Evidence de la Sociedad Ecológica Británica— describió el cambio como «increíble».
«La zona tratada con una gruesa capa de pulpa de café se convirtió en un pequeño bosque en tan solo dos años», dijo Cole, según un comunicado de prensa, «mientras que la parcela de control siguió dominada por pastos no autóctonos».
En 2018, los investigadores de ETH-Zurich y la Universidad de Hawái cubrieron un área de 35 por 40 metros en una antigua granja de café en el condado de Coto Brus, al sur de Costa Rica, que había sufrido una rápida deforestación en la década de 1950, con una capa de medio metro de espesor de la pulpa de café como parte de un experimento de regeneración.
Los nutrientes de la pulpa —un subproducto de la separación del grano de café de la cereza—, que contienen carbono, nitrógeno y fósforo, mejoraron la calidad del suelo despojado por la agricultura extensiva.
Mediante el análisis de muestras de suelo, el registro de las especies presentes y el crecimiento de nuevos árboles jóvenes, y el uso de drones para controlar la cubierta vegetal, el equipo pudo observar cambios significativos.
A principios de 2021, la pulpa de café había erradicado los pastos invasivos que impedían que las especies arbóreas autóctonas —propagadas por el viento y los animales— echaran raíces y prosperaran. El terreno tratado había generado una cubierta de vegetación del 80 por ciento.
En comparación, la zona de control solo había generado una cubierta de vegetación del 20 por ciento y solo una cuarta parte de la altura. Las hierbas no autóctonas seguían dominando.
Los resultados del estudio afirman que la pulpa de café puede ayudar a acelerar la recuperación de los bosques tropicales en antiguas tierras agrícolas.
Cuando el procesamiento de subproductos como la pulpa de café supone un costo para las industrias agrícolas, dijo Cole, su uso para restaurar la tierra como parte de un esfuerzo global de reforestación «puede representar un escenario en el que todos ganan».
Ese costo también es medioambiental. Por cada dos toneladas de café verde comercial producido, se obtiene una tonelada de pulpa de café, según una investigación de la Universidad Tecnológica de Eslovaquia en Bratislava. Si no se reutiliza, estos residuos terminan en vertederos de todo el mundo.
Según Cole, es necesario seguir investigando para averiguar si el uso de la pulpa de café para regenerar la tierra funciona en una gama más amplia de condiciones ambientales, cómo afecta al suelo y a la vegetación a lo largo del tiempo, y si hay efectos poco deseables.
«Este estudio se ha realizado en un solo lugar de gran tamaño, por lo que es necesario realizar más pruebas para ver si esta estrategia funciona en una gama más amplia de condiciones. Las mediciones que compartimos son solo de los dos primeros años», dijo Cole.
Sin embargo, no se limita a la pulpa de café. «Este concepto podría probarse con otros tipos de productos agrícolas no comercializados, como la cáscara de naranja», dijo Cole.
En conjunto, los investigadores esperan que sus esfuerzos impulsen a otras industrias a buscar formas de hacer más eficiente su propia producción asociándose al movimiento mundial de reforestación.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.