Una determina joven argentina se propuso encontrar a sus padres biológicos, varios años después de saber que había sido dada en adopción.
Constanza Di Leandro nació un 25 de septiembre de 1994, en San Miguel de Tucumán, Argentina. Sin embargo, ella conoció la fecha exacta de su nacimiento apenas en septiembre pasado.
Cuando solo tenía 6 años, la pequeña Constanza supo que Alfredo Di Leandro y Leticia García no eran sus padres biológicos, lo que dejó una profunda incógnita al no saber su verdadero origen.
«No sé cómo, pero [un día] empezamos a hablar con mis compañeritas de dónde veníamos, y todas me hablaban de las panzas de sus mamás. Pero yo nunca había vista una foto de la panza de mi mamá», dijo Di Leandro en entrevista al medio local El Tucumano el 25 de agosto.
Más tarde, García, la madre adoptiva de la joven, le confesó que «no había salido de la panza», como las otras niñas.
Aunque la joven recuerda haber crecido en un hogar lleno de cariño en Buenos Aires, también tiene presente que hablar de su origen era un «tema tabú». Aunque sí se enteró que había sido adoptada, la joven nunca tuvo más información.
Al desconocer su origen, la joven desarrolló una depresión, por lo que recibió terapia desde los 8 años. Pero la incertidumbre de no saber su verdadera identidad, llevó a Di Leandro a un intento de suicidio a los 9 años y de nuevo a los 16.
«No fue fácil mi infancia, hago terapia desde chica. Tuve muchos momento de depresión, y siempre sentí que todo tiene que ver con mi identidad», compartió la joven de 27 años.
Apenas hace casi tres años falleció Leticia, la madre adoptiva de la joven, y su padre un año después. La partida de los padres que dieron un hogar a Di Leandro, representó un regreso al estado depresivo.
A pesar de la incertidumbre del origen de su nacimiento y del silencio de los padres adoptivos, la joven los recuerda con cariño y agradecimiento. Sin embargo, su muerte representó la nula posibilidad de tener cualquier detalle de su origen, algo que la afligió mucho tiempo. Sin embargo, también se abrió una posibilidad.
Determinada a encontrar sus raíces, y con el apoyo y motivación de su prima Julieta, la joven decidió iniciar la búsqueda de su familia biológica.
«Busco mi identidad, tengo 26 años. Nací en Tucumán (creo que San Miguel de Tucumán) entre el 25 y 27 de Septiembre de 1994», publicó la joven en su Facebook.
Inesperadamente, la joven recibió cientos de respuestas. Algunos internautas le dieron ánimo y otros le relataron sus propias historias.
Entre los muchos mensajes que la joven se dio el tiempo de leer, uno fue esperanzador.
«Hola Constanza, conozco una historia muy similar, no quiero generar expectativas, pero llámame», se leía en el mensaje en FB de una conocida de su madre biológica.
Di Leandro, que es madre de un pequeño de tres años, finalmente supo a través de una conversación con una mujer llamada Ester, que su madre tenía 23 años cuando dio a luz en un hospital clandestino, y que fue entregada solo 3 días después de haber nacido, dijo Di Leandro en entrevista al medio local El Tucumano el 2 de septiembre.
Tras vivir una etapa de aceptación, la joven confiesa no tener resentimiento o intención de juzgar a su madre biológica.
«Ella habrá tenido sus motivos para darme y quiero que sepa que le agradezco por la vida que me dio», dijo la joven argentina.
Como parte de vivir su proceso, la joven abrió una página en Facebook llamada «Mi Identidad – Argentina», para colaborar con otras personas que, como ella, crecieron sin saber su origen.
«Encontré a mi madre biológica gracias a las redes, recibí cientos de mensajes alentadores y me propuse ayudar a cada persona que necesitara un oído para escuchar o unos ojos para leer», publicó la joven en su Facebook.
Después de una inesperada serie de eventos para conocer su origen, la joven pudo contactar a su madre biológica en Tucumán, y están viviendo el proceso de formar un vínculo, dijo Di Leandro a The Epoch Times. «Yo no fui a buscar una familia, solo fui a buscar mi identidad, saber de dónde era».
«Con mi familia [adoptiva] estoy muy agradecida, solo necesitaba saber mis raíces y conocer mis orígenes», agregó.
Aunque la joven tiene los datos de su padre biológico, no «le nace buscarlo», y cree que encontrarse con su madre era todo lo que necesitaba. Finalmente, después del viaje a Tucumán siente que sanó y pudo cerrar una etapa.
«Sé que somos miles en el camino de la búsqueda de nuestras raíces, muchas veces por temor o por miedo no llevamos a cabo nuestras búsquedas […] espero que entre todos podamos ayudarnos y apoyarnos compartiendo nuestras historias o búsquedas», escribió en su FB.
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