La noticia de una enfermedad terminal es un gran golpe para quien la recibe y para la familia, y suele ser más difícil si el diagnóstico es de un niño o un joven. Así fue para un adolescente colombiano que, antes de fallecer, logró terminar su bachillerato gracias a la ayuda de sus maestros y rector de su colegio.
Fabio Rodrigo Rojas Martínez llevaba una vida como cualquier joven de su generación. Sin embargo, tenía muy clara la meta de llegar a ser un gran actor, según informó El Tiempo.
Y el primer paso para lograrlo era terminar su bachillerato. Todo iba bien hasta que el joven empezó a tener unos fuertes dolores en su cadera en el 2019.
La primera que intuyó que algo no andaba bien fue una maestra de Rojas, que se comunicó con Olga Martínez —la madre del joven—, para decirle que tenía que llevar al adolescente de manera «urgente» al médico.
El dolor llegó a ser tan fuerte para el jovencito, que a veces se desmayaba, y le era muy difícil incluso mantenerse despierto en el colegio. En ese entonces cursaba el décimo grado, solo le faltaba un año más para recibir su diploma.
«Él tenía muchas ganas de seguir estudiando, a pesar de su dolor», dijo su madre.
Meses después, Rojas fue diagnosticado con sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer que se da en los huesos o alrededor de estos. El padecimiento afecta a niños o jóvenes como Rojas y comienza en las piernas, la pelvis y los brazos y es sumamente doloroso, según informa la Clínica Mayo.
«Mi hijo buscó en Internet, y fue él quien nos dijo ‘Mami, esto es lo que me estaba pasando’, ahí comenzó el sufrimiento», recordó Martínez.
Atender al joven resultó una odisea para la familia Rojas que, aunque fue atendido durante las crisis, no pudo recibir el tratamiento con quimioterapia.
El rector y los maestros del colegio de Rojas supieron de la situación por la que estaba pasando el joven, y decidieron ayudar a la familia.
«Él [el rector] y las profesoras nos ayudaban hasta con los pañales. Y otra funcionaria del colegio que ejercía la abogacía, nos ayudaban con las tutelas», dijo Martínez.
Jorge Roberto Amaya Pava, el rector del Colegio Los Alpes, tuvo una especial atención con Rojas, al que ayudó para que lograra concluir su bachillerato en 2020, saltando «las barreras burocráticas» para que cumpliera su último sueño, que era el que lo mantenía motivado.
«Un ejemplo de lucha, de entrega hasta el último momento, el vivir día a día como si fuera el último y no por eso desfallecer», dijo el rector en la ceremonia de grado 2020, poco antes que el joven falleciera, de acuerdo a una publicación en FB del Colegio Los Alpes.
«Lo hizo en mis brazos. Cogí su mano, luego sentí que sus dedos se deslizaron en mi piel. Supe que se había ido el 26 de junio de 2020, con sus sueños […] él quería comerse el mundo y no pudo», dijo la madre a El Tiempo.
Desafortunadamente, el rector falleció un año después, en junio de 2021, víctima del virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, que causa COVID-19.
«Ahora te reunirás con los que partieron antes de ti, como Fabio, de quien honrando su memoria, en la ceremonia de grado 2020 indicabas que fue ‘un ejemplo de lucha, de entrega hasta el último momento (…)'», se lee en la publicación de FB.
Antes de fallecer, Rojas pidió a su madre que llevara sus cenizas al mar o a algún río de Tolima, en Colombia, deseo que aún está pendiente.
Aunque padeció un gran dolor físico en sus últimos meses de vida, el joven mantuvo una buena actitud, y en gran parte colaboraron tanto su familia como los profesores y el rector que lo apoyaron hasta el último momento.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
