Un exintegrante de la pandilla de los Bloods de Nueva Jersey dio un giro a su vida para convertirse en cantante, y ahora comparte su talento con los pacientes del hospital donde trabaja.
Cuando publicó los videos de sus canciones en TikTok, se hicieron virales.
Enrique Rodríguez, de 28 años, del centro de Jersey, dejó atrás una vida de delincuencia y violencia después de acercarse a la religión. Ahora es flebótomo en el Hospital Universitario Robert Wood Johnson, donde se ha hecho famoso por su talento musical.
Después de empezar a cantar, tocar el piano y la guitarra a los pacientes en estado crítico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, empezó a grabar sus sesiones musicales.
Empezó a publicar sus videos en TikTok, donde obtuvo más de 80,000 seguidores.
«Encontré a Dios en un periodo extremadamente turbulento de mi vida y se manifestó cuando más lo necesitaba», dijo Rodriquez a Newsflare.
«Sé que Dios quería que cuidara a la gente igual que él me cuidó a mí, y el hospital fue el lugar perfecto para hacerlo».
En 2009, Rodríguez empezó a involucrarse en las pandillas para llenar el vacío emocional que le dejó el ingreso de su hermano mayor a la cárcel.
En busca de lo que él llama «el tipo de familia equivocado», y de dinero fácil, se unió a la pandilla local Bloods, donde se mantuvo como integrante durante tres años.
«El estilo de vida de las bandas es pura manipulación», dice Rodríguez.
«Le hacen sentir que se preocupan por uno, que le cubren la espalda, que es de la familia; pero lo único que hacen es utilizarlo para no tener que ensuciarse las manos».
La vida criminal empezó a perder su brillo para Rodríguez cuando se cruzó con la «persona equivocada», lo que resultó en dos atentados contra la vida de su propia madre por parte de una banda rival que buscaba vengarse.
Los agresores fueron detenidos y su madre sobrevivió, algo que Rodríguez agradece a Dios.
«Hice muchas cosas malas y me involucré con mucha gente mala», dijo. «Estoy agradecido de que Dios me haya protegido a mí y a mi familia.
«Me ha dado la oportunidad de empezar una nueva vida, y la música es una gran parte de ella».
El exintegrante de los Bloods al poco tiempo buscó un trabajo en el hospital, y en 2012 consiguió un puesto de limpiador.
Después de un año, terminó la formación de cuidados para pacientes en la UCI. Ahora es flebotomista y transporta muestras de sangre y del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) a los laboratorios.
Durante sus nueve años de trabajo en el hospital, descubrió su talento musical oculto, aprendiendo a tocar el piano y la guitarra.
Aunque no sabe leer música, practica en su sala, compartiendo su canto con los pacientes en estado crítico.
Ahora Rodríguez graba en video sus interpretaciones junto a la cama, que transmite en directo en TikTok, para compartir su talento con decenas de miles de amantes de la música en Internet.
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