Un joven de 20 años diagnosticado con cáncer terminal, decidió que los últimos días de su vida los quería pasar junto a su gran amor, una novia que tuvo desde la secundaria. Para formalizar su compromiso, los jóvenes se casaron luego de recibir una noticia aún más sombría.
Sergio Soto e Isabella Cristóbal, de 20 años, se conocieron en la fiesta de 15 años de una amiga en común, cuando tenían solo 16 años y asistían a una escuela secundaria en San Francisco, en el año 2016. De aquel encuentro, Soto recuerda que «fue amor a primera vista», de acuerdo a la organización sin fines de lucro Family House.
Desafortunadamente, el dulce amor adolescente pronto se vio opacado por el diagnóstico de un tipo de leucemia llamada síndrome llamado mielodisplásico. La enfermedad está clasificada como un «grupo de trastornos causados por células sanguíneas mal formadas o que no funcionan correctamente», de acuerdo a la Clínica Mayo.
Para Cristóbal, que ya era novia de Soto, la noticia solo la unió más al joven.
«No vi a una persona enferma, vi a un hombre muy positivo y confiado que siguió avanzando a pesar de los dolores, a pesar del cáncer. Cambió mi perspectiva de la vida», dijo Cristóbal a Good Morning América.
En 5 años, el valiente joven ha enfrentado tres trasplantes de medula ósea y tratamiento de quimioterapia, todo junto a su amada novia.
Sin embargo, a principios de este mes, Soto recibió la dolorosa noticia de que le quedaban unas semanas de vida, así que solo restaba un periodo de cuidados paliativos, de acuerdo a Family House, una organización que proporciona alojamiento a Soto y su familia cuando se trasladan de Brentwood, California al hospital UCSF Benioff Children’s Hospitals, en Mission Bay, para recibir tratamiento.
A pesar del trágico panorama, el ánimo de los jovencitos siguió siendo optimista, y los motivó a unir sus vidas en matrimonio.
«No importa lo que pase con mi tratamiento, o pase lo que pase, sé que ella siempre estará ahí, me cuidará y todo eso, realmente me hace feliz», dijo Soto a abc7 News.
«Entonces, sabía que ella era la indicada para mí, por eso le propuse matrimonio. Ella es el amor de mi vida y realmente quiero estar con ella para siempre», agregó.
La boda se festejó el 7 de setiembre, con el apoyo de Family House y de varias empresas locales que ayudaron a los enamorados. Con la donación del vestido, el esmoquin, los anillos y el banquete para 40 miembros de la familia, la boda se convirtió en el día perfecto para la linda pareja.
«Te amo mucho, y espero que podamos pasar nuestra vida juntos todo el tiempo que podamos», le dijo Soto a Cristóbal, entre lágrimas, el día de la hermosa boda.
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