Un adolescente de Texas que había sido categorizado como severamente discapacitado intelectualmente, logra graduarse de la escuela secundaria con las calificaciones más altas.
Durante 13 años, Daniel Clark no pudo emitir voz o comunicarse de otra manera con su familia. Diagnosticado con autismo y apraxia —una enfermedad en la que el cerebro no puede generar ni enviar las instrucciones de movimiento correctas al cuerpo—, que en el caso de Clark ocasiona que no pueda coordinar los movimientos de los labios, la mandíbula y la lengua, además de los dedos de las manos.
«Los pensamientos silenciosos en mi mente se convirtieron en el rompecabezas de la existencia de mi familia. La vida se convirtió en una batalla entre la aceptación y la perseverancia», escribió Clark en su blog.
Mientras estuvo en la escuela pública local, el joven vivió momentos difíciles al no poder incorporarse a la rutina escolar.
«Cuando Daniel tenía 13 años, lo saqué de la escuela. La escuela pública nunca había hecho nada por él y la escuela secundaria era una pesadilla», dijo Leah Rauch Clark, la madre del joven, según publicó Love What Matters.
Aunque Clark ya era un adolescente, sus profesores lo trataban como a un niño de preescolar, asumiendo que al no poder hablar o tomar un lápiz, era incapaz de entender. La ayuda llegó «en la forma de una logopeda», recuerda Clark. Erín es una terapeuta de lenguaje que, entre muchos, logró comunicarse con el adolescente.
«Me habló, como si pudiera mirar dentro de mi mente y ver que estaba rebosante de conocimiento. ‘¿Sabías que puede deletrear y leer muchas palabras?’, le preguntó a mi madre. Era mi salvavidas en un océano de esperanza abandonada», compartió Clark en su blog.
Aún así, pasaron muchos meses para que Clark pudiera comunicarse. Sin embargo, durante el proceso comenzó a emerger en el joven una fe que casi había perdido. Su confianza crecía y se convencía que podría «vencer al monstruo interior» que lo había atrapado en un mundo lejos de su familia.
Junto a su madre, Clark fue dominando poco a poco los dedos que hasta ese momento no le habían respondido. Con la ayuda de un teclado, comenzó a mecanografiar una hoja diaria con un solo dedo.
Para motivarlo, Rauch implementó una filosofía de «Escríbalo y lo obtendrá», compartió Clark. «Así que me concentré en las teclas de un iPad y escribí con la intensidad de un cirujano. Paleta, palomitas de maíz, macarrones [son las favoritas]».
Hasta ese momento, luego de 14 años, Rauch no sabía si su hijo podía llegar a entender conceptos abstractos. La respuesta llegó cuando ella comenzó a leerle libros y hacerle preguntas para saber si entendía.
«Rápidamente me di cuenta de que Daniel no solo podía responder preguntas simples de ‘quién, qué y dónde’ acerca de las historias, sino también preguntas de ‘por qué’ que le exigían determinar los planes y la motivación de una persona», escribió su madre en una publicación del 25 de abril del 2018, en el blog de Clark.
Luego de haber sido «etiquetado» como severamente discapacitado intelectualmente, Clark —al que le encantan las matemáticas, la historia y la física—, obtuvo una A en todas las materias que cursó en la escuela en línea Texas Connections Academy y terminó su tercer año de secundaria, informó Love What Matters.
«Saber que mi familia ahora puede apreciar que comprendo cada una de sus palabras me llena de renovada esperanza. Ir a la escuela en línea ha cambiado mi vida. Ya no le temo al futuro. La alegría de poder comunicarse no se puede expresar con palabras. Es inconmensurable, pero los momentos en los que finalmente compartí palabras de amor con las personas que más me importan serán los más memorables de mi vida», compartió Clark en su blog.
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