Para Pooja Ganatra de 24 años, tener el cabello rojo, grandes ojos color esmeralda y pecas, es mucho más que un conjunto de aspectos físicos. A medida que la joven creció tuvo que lidiar con estas características diferenciales que la alejaron del resto de su comunidad en India. Ella ha crecido, madurado y con el tiempo ha aprendido a apreciarlas.
Cuando Pooja nació, sus padres estaban conmocionados. La chica, nativa de Mumbai, tiene dos padres indios, Rajesh de 51 años y Hemaxi de 46 años. Ambos tienen cabello negro, ojos negros y piel morena.
Sin embargo, Pooja siempre se vio diferente. Mientras que sus padres y otros parientes tienen cabello negro, el de ella es rojizo brillante, y mientras los demás tienen ojos cafés y tez oscura, sus ojos verdes se complementan con una tonalidad en la piel bastante pecosa.
No es necesario decir que resaltó desde el primer día en la escuela y que fue muy difícil crecer en un ambiente en el que ella era diferente.
A sus 3 años, fue llevada al hospital porque sus padres creían que tenía una enfermedad en la piel (lo que eran solo sus pecas saliendo) y sus padres incluso cuestionaron si su imagen era el resultado de un defecto de nacimiento. En un país homogéneo, ella resaltaba mucho.
Desde su niñez Pooja era acosada en la escuela. Sus compañeros la llamaban con toda clase de apodos, al grado de hacerla regresar a casa llorando, ¡ellos le decían que estaba enferma! En su juventud nunca se sintió atractiva.
Al principio, las observaciones de los demás la afectaban inmensamente, particularmente debido a que su propia familia no estaba segura de cómo manejar el asunto.
En este último tiempo y a pesar de lo pasado, la joven ha podido reconciliarse con su apariencia física y ahora aprecia sus características únicas.
Después de viajar por el mundo, se dio cuenta que a los ojos de los demás ella era considerada hermosa y la gente se lo decía.
“Poco a poco me di cuenta que lucir diferente, explicó a Independent.co.uk (…) podría ser un regalo, ¡nadie me olvidaría nunca!”.
Ahora Pooja está determinada a apreciar su apariencia única, en vez de esconderla.
A pesar que ella y sus padres aún no están del todo seguros de por qué tiene estas características, hay sospechas que del lado de su madre pueda tener sangre colonial de generaciones pasadas.
Cuando Inglaterra colonizó la India, es posible que florecieran relaciones multiculturales en los ancestros de Pooja, y a pesar que los genes recesivos no afloraron antes, pudieron ser llevados por generaciones. Su madre tiene piel más clara que su padre y tiene algunas pecas en sus brazos, así que es muy probable que estén saliendo algunos genes dominantes.
Ella aún no se ha hecho una prueba de ADN, pero por ahora, la joven es feliz con su piel y no pretende que nadie la cambie.
Su apariencia significaba que era la única acosada sistemáticamente en la escuela y comentó a The Mirror: «la gente siempre subía y me preguntaba ‘¿Qué son esos puntos en tu cara? ¿Por qué tienes tantas marcas?’… Fue un verdadero desafío mental».
«Incluso en mi primer año de universidad me apartaron y me dijeron que no usara camisas sin mangas porque ‘eran demasiado llamativas con mi piel blanca'».
Lo cierto es que el paso del tiempo y los viajes le dieron otra perspectiva de su apariencia. Pooja ahora dirige su propio negocio de fabricación de ropa y está decidida a disfrutar su diferencia.
Puedes ver en este video un recorrido en imágenes de su historia:
Este es un amor sincero y fiel de esposos que conmueve el corazón
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